Vitoria, 14 ene (EFE).- El Caja Laboral ha caído con estrépito en el Iradier Arena ante el orden y efectividad de un Assignia Manresa que ha conquistado la pista vitoriana, 65-76, en la despedida de los vitorianos de su cancha provisional.

Los catalanes se han agarrado el descomunal partido de Josh Asselin, 28 puntos, y Mica Downs, 23, para despedazar a un Caja Laboral que ha completado su peor partido de la temporada y nunca ha tenido recursos para intentar frenar el juego de Assignia Manresa

Los manresanos han sabido manejar el ritmo del partido y siempre han marcado el paso ante un Caja Laboral sin ideas que se ha venido abajo en el tercer cuarto para encajar un 6-20 definitivo.

El partido de despedida del Iradier Arena como cancha de baloncesto arrancó con un Caja Laboral frío y sin ritmo que no logró despegarse del disciplinado Assignia Manresa, bien sustentando en la anotación de sus foráneos, en especial los siete puntos de Asselin.

La versión más gris de los vitorianos, de nuevo obtusos en ataque, deparó un primer cuarto jugado a ritmo cansino que los catalanes terminaron con ventaja en el marcador, 16-19.

En cuanto Caja Laboral encontró un mínimo de acierto desde el exterior, con los triples de Heurtel y el debutante Walsh, los vitorianos se escaparon con media docena de puntos, 27-21 minuto quince.

Los de Ponsarnau encontraron en Asselin al mejor arma con el que martillear el desguarnecido juego interior baskonista. Sus catorce puntos en el primer tiempo fueron determinantes para mantener el cuerpo a cuerpo ante un Caja Laboral que cerró el primer tiempo con un triple de Oleson, 41-37.

El paso por vestuarios no cambió la fisonomía de un Caja Laboral. Por el bando manresano Mica Downs se sumó desde el perímetro al destrozo que estaba causando Asselin dentro de la zona sacando los colores a la inexistente batería interior local.

Entre ellos anotaron dieciséis de los 20 puntos de Assignia y desbordaron a un Baskonia impotente, seis puntos en nueve minutos, y sin recursos para taponar una hemorragia que se plasmó en un parcial de 6-20 y llegar a la máxima renta visitante, 47-57 minuto 29.

Con siete puntos de ventaja, 57-50, entraron los manresanos en el acto final a la espera de que acciones individuales acudieran al rescate de Caja Laboral. Asselin siguió campando a sus anchas y hurgando en la brecha, ante la falta de un poste rival, para dejar a Manresa, 52-65 a falta de siete minutos.

Los locales apelaron a una remontada heroica en los minutos finales para llegar a reducir la herida, 58-65 minuto 37, tirando de acciones individuales, abusando del triple como único recurso y olvidando el juego colectivo.

Sin embargo, los de Ponsarnau tuvieron la cabeza fría y el orden necesario para frenar los alocados ataques de un Caja Laboral en caída libre. EFE