ME da la sensación que el derbi entre el Real Madrid y el Barça fue un poco descafeinado. La ausencia de Navarro y la marcha de los NBA del conjunto blanco hizo que lo que hubiera sido uno de los mejores partidos de Europa se convirtiera en un encuentro mas de liga. El ambiente previo al choque no era ni parecido al de la época de Messina. El italiano fue fichado para intentar romper la hegemonía del Barça. Su experiencia, unido a su gran caché, dio mucho morbo a los enfrentamientos particulares. Con la contratación de Pablo Laso, las aguas han vuelto a su cauce y pienso que los madridistas no están obsesionados con los catalanes.
Les quieren ganar, pero sin la tensión que generaba Ettore desde el banquillo. El Madrid ganó con merecimiento a pesar de los bases. Menos mal que Sada no estaba en su mejor momento y Huertas se vio un poco solo, porque a pesar de que Laso defiende a los suyos (y es lo que un entrenador tiene que hacer con sus jugadores ), tanto Llull como Sergio hicieron un mal partido.
Cuando el Barça empezó a defender a su nivel, los bases madridistas dejaron de funcionar. El Madrid está echando en falta las ausencias de Rudy e Ibaka. Singler, por el momento, no esta demostrando lo buen jugador que es. Tomic puede que hiciera el partido más brillante en lo que va de curso, mientras que Carroll y Pocius estuvieron acertados desde el perímetro.
En cuanto al Barça, decir que la ausencia de Navarro es alargada. No hay que esconder que es un jugador determinante y que a pesar de que el equipo catalán tiene una gran escuadra, cuando el balón quema el escolta barcelonista tiene ese don para hacer posible lo imposible. Este año la dupla Huertas- Sada no es tan determinante desde el punto de vista físico como lo eran Ricky-Sada-Lakovic. La presión que era capaz de imponer el trío sobre los bases contrarios les hacía dominar el ritmo de partido.
A pesar de la derrota blaugrana la superioridad de los hombres de Xavi Pascual en cuanto a recursos tácticos, físicos y humanos es manifiesta. Con todos los efectivos a pleno rendimiento y en un play off a cinco partidos tienen todas las papeletas para llevarse la victoria.
En cuanto al Caja Laboral, decir que tiene mucho mérito el triunfo que consiguió. Jugó con siete tras la ausencia de Pau por lesión. De esos siete, cuatro anotaron 2 puntos como máximo; perdieron la lucha por el rebote; sólo fueron cuatro veces al tiro libre; anotaron unos escasos 61 puntos (la peor marca del año) y tuvieron un 7/27 desde la línea de 6,75. Si no viéramos la estadística del contrario diríamos que con esos datos es prácticamente imposible ganar un partido. Lo que sí hicieron bien es el trabajo defensivo. Dejar a un equipo ACB en 51 puntos no todos los equipos son capaces de conseguirlo.
Tras la 14ª jornada tenemos un quíntuple empate en la clasificación, algo que nunca se había producido. La clasificación para la Copa del Rey está garantizada. Ahora el objetivo de los vitorianos no debería ser el conseguir una de las cuatro plazas para ser cabeza de serie, sino trabajar para intentar ganar el mayor número de partidos y seguir progresando en su juego.