Pamplona. Aimar Olaizola continúa deshojando la margarita y todavía no ha tomado una decisión definitiva sobre su concurso en la final del Cuatro y Medio de la LEP.M. La rotura que sufre en la última falange del dedo corazón de su mano izquierda le sigue dando auténticos quebraderos de cabeza. Aunque había admitido durante los últimos días una continúa mejoría, los rumores sobre una posible alteración de la final se dispararon ayer tras una jornada de auténtico secretismo por parte de Aimar Olaizola y su empresa, Asegarce, ya que apenas trascendió información sobre el entrenamiento que completó el goizuetarra ayer por la mañana ni tampoco de la reunión que mantuvieron las empresas de la LEP.M, Aspe y Asegarce, ya en horario vespertino.

El hecho de que apenas hubiera información de la prueba que realizó Aimar en Bilbao por la mañana (solo se sabe que Oinatz Bengoetxea fue su sparring y que la presenció Salva Bergara, director deportivo de Asegarce) y que posteriormente se celebrara una cumbre entre representantes de las dos operadoras dispararon las alarmas, la rumorología y todo tipo de especulaciones: desde la posibilidad de un nuevo aplazamiento (algo que no contempla el reglamento) hasta la sustitución de Aimar (algo que sí está estipulado en las reglas del torneo).La cuestión es que la final del Cuatro y Medio entre Olaizola II e Irujo sigue en el aire, a pesar de que continúa programada oficialmente para el próximo domingo con los dos citados contendientes. También sigue en pie la elección de material, anunciada para mañana al mediodía en el escenario de la final, el frontón Bizkaia de Bilbao. Pero habrá que esperar. Desde Aspe y Asegarce se apeló ayer al mutismo. En el supuesto de que hubiera variaciones, habrá que esperar hasta hoy para conocerlas.