Vitoria. Aimar Olaizola se ejercitó ayer en el frontón Bizkaia de Bilbao, escenario de la final del Cuatro y Medio de la LEP.M, y tras la sesión explicó los motivos que le condujeron hasta el recinto de la capital vizcaína y los objetivos que persigue a corto plazo. "He venido a probar las dos capuchas que me pusieron ayer (por el martes)", señaló en referencia a los dediles que le colocaron hace un par de días para proteger la última falange del dedo corazón de su mano izquierda, la que se rompió (aunque en principio solo se habló de fisura) en su último duelo de la liguilla de semifinales de la jaula ante Abel Barriola, dolencia que le obligó a solicitar un aplazamiento. "Espero estar aquí (en el frontón Bizkaia de Bilbao) el 4 de diciembre; ahora estoy haciendo todo lo posible para jugar la final ese día", añadió.
La cuestión es que el goizuetarra desmintió que su entrenamiento de ayer fuera un examen para decidir sobre su concurso en la final del Cuatro y Medio. "No he tenido ninguna prueba. No sé quién ha sacado que hoy (por ayer) tenía que decidir si iba a jugar o no. El otro día tenía molestias, pedí el aplazamiento, me han dado una semana más y no he dicho en ningún momento que voy a jugar el día 4 o que voy a aplazar al día 11". De esta forma, el menor de los hermanos Olaizola no dejó claro si estará en condiciones de jugar el 4 de diciembre, aunque trabaja para ello, al igual que el cuerpo técnico y médico de su empresa, Asegarce.
Más pruebas Aimar razonó su situación y explicó sus planes de futuro. "Mi intención es venir a entrenar el sábado y el martes. Eso es casi seguro. Tengo que ver cómo mejora la rotura y, si el sábado me encuentro bien para hacer la prueba, entrenaría más fuerte. Pero tampoco voy a forzar. Por ejemplo, 12 días antes de la final, es una tontería que fuerce a tope para probar teniendo todavía margen para mejorar", matizó el goizuetarra, que explicó el estado exacto de su lesión. Es decir, sus sensaciones. "Como es normal, el dedo tiene mejor pinta", dijo Olaizola II, "porque hasta hace cuatro días lo tenía bastante hinchado y va bajando poco a poco. Pero todavía también tengo molestias y 11 ó 12 días por delante, por lo que hay que aprovechar hasta el último momento. No llegas a una final todos los días y por eso me ha extrañado el cuento de que tengo que decidir ya o que hoy tenía prueba o que igual estaba dudando. Estoy haciendo todo lo posible por llegar al día 4 y todavía no sé cuándo tendré que hacer la prueba", reveló.
Falange desplazada Tras este argumento, el delantero de Goizueta explicó que seguirá probando más fórmulas para acelerar la cura de su dedo. "Mañana (por hoy) casi es seguro que empiece con otro tratamiento del doctor Mikel Sánchez (traumatólogo) y he oído que este tipo de lesiones suele ir mejorando día a día". Sin embargo, el proceso de recuperación se ha dilatado porque "al principio pensábamos que solo era una fisura, pero yo sentía que tenía algo roto", dijo Aimar. "Ayer (por el martes) vi en la placa que me hicieron que el dedo está más desplazado que el otro día y por eso me molesta tanto", completó el goizuetarra.
Lo que hizo Aimar ayer fue probar los dos dediles que le colocaron el martes. Lo hizo, como él mismo relató, peloteando muy cerca del frontis. Concretamente dentro de los dos primeros cuadros. "Con la protección se nota que se escapa un poco la pelota y aparte de esto tengo algo de miedo", dijo un Aimar que quiso matizar las declaraciones que otros han hecho con referencia a su lesión. "Algunos han jugado con ese tipo de lesión, pero ellos se rompieron el dedo y, a partir de ahí, en cuatro días no notaron ninguna molestia. Lo mío es diferente porque han pasado ocho días desde el golpe y el dedo todavía me molesta un montón".
En la empresa del goizuetarra están prácticamente convencidos de que Aimar Olaizola jugará la final del Cuatro y Medio con Irujo el próximo 4 de diciembre, fecha que de momento no se mueve porque, según dijo el propio delantero de Goizueta, "no he dicho en ningún momento que vaya a aplazar hasta el día 11", aunque añadió que "si llega el día en el que tengo que decidir y veo que no puedo, entonces ya se verá". Otro dilema para la LEP.M.