Milán. El histórico estadio milanés de San Siro acoge hoy el decisivo encuentro del grupo H en esta primera fase de la Liga de Campeones. Y es que Milan y Barcelona se juegan la primera posición y el ser cabeza de serie para los octavos de final a falta de una última jornada en la que no se esperan sorpresas.

No será definitivo el resultado en el feudo milanista, pero el que duerma como líder tendrá en su poder el retener esta primera posición en la última y decisiva jornada de esta fase de grupos en la que, de momento, los blaugrana son líderes con tres victorias y un único empate, precisamente, contra el Milan.

La única opción de los italianos para hacerse con el liderato pasa por vencer al Barça en casa, pues de lo contrario necestiarían que el conjunto blaugrana pierda en casa ante el Bate. Mientras, en el Barça, como de costumbre, no se da por bueno el empate pese a que les dejaría muy bien situados, mientras que los milanistas repetirán la táctica del Camp Nou; cerrojo atrás y contras rápidas.

Pato, autor del primer gol en el Camp Nou en un despliegue de fuerza, velocidad y puntería, se ha recuperado a tiempo de su lesión en el cuádriceps y podría ser titular, aunque de no querer forzar su puesto lo ocuparía otro brasileño eléctrico, y conocido para la afición blaugrana, el exmadridista Robinho.

Pero no obstante, los focos de los culés estarán puestos en un Ibrahimovic ausente en el Camp Nou por una lesión a última hora y que, desde entonces, ha caldeado el ambiente por unas declaraciones en su autobiografía en contra de Pep Guardiola, y de un vestuario blaugrana que abandonó por la puerta de atrás.

Si nada lo impide, el morbo estará añadido y se sumará al espectáculo futbolístico que de por sí promete el encuentro. Pero Andrés Iniesta no podrá desplegar su fútbol en San Siro al quedarse en Barcelona, por precaución, debido a una contusión en el muslo izquierdo, y se suma a las bajas por lesión de Afellay y Adriano y a la de Dani Alves, sancionado.

En el que será el decimotercer encuentro entre ambos en el global de competiciones, la balanza se decantará hacia el lado rossoneri o el blaugrana, ya que de momento el balance es de cuatro victorias para cada uno y otros tantos empates.