Bilbao. Deshoja Aimar Olaizola la margarita del tiempo en pos de una respuesta a su maltrecho dedo corazón, que aún duele. El golpe del pasado domingo a la hora de restar un travieso saque de Abel Barriola le produjo una fisura en la punta del dedo de su zurda, que provocó que no arriesgara en el tramo final de la eliminatoria. Ahora, tras reposar tres días y tener, desde el lunes, fijada la fecha de hoy como la jornada clave para probar y decidir si juega o no, el delantero de Goizueta esperará 48 horas más para valorar el estado de su izquierda y si juega el día 27 de noviembre contra Juan Martínez de Irujo o retrasa la final al 4 de diciembre. El manista de Asegarce se desplazará hasta el frontón Bizkaia de Bilbao el próximo sábado para probar sus manos y, en la cancha, tomará la decisión que pospondrá o no el partido. Aunque, según el propio delantero, su primera intención siempre ha sido la de jugar cuanto antes. "Haré todo lo posible por jugar el 27", señalaba el lunes a este periódico el pelotari navarro, ahora, tras reposar, terminará de decidir el sábado. Estos últimos días, el pelotari sigue sufriendo dolores en su dedo y todo dependerá de las sensaciones que tenga en el frontón Bizkaia, por lo que las buenas vibraciones de los primeros días se están tornando pesimistas.
Aimar Olaizola terminó el último partido de semifinales, el definitivo, frente a Barriola sin sentir su dedo corazón y sin apenas golpear la pelota. Esa misma noche fue sometido a pruebas médicas que descartaron una rotura total y también "que era el mayor miedo que tenía, que hubiera una rotura en la articulación. Al final, es en la punta y no es para tanto", concretó el goizuetarra. De este modo, los servicios médicos de la promotora bilbaina señalaron como fecha para la recuperación parcial y posible prueba hoy. Cosa que no será posible, a pesar de que ya en el primer día de reposo Aimar explicó que "tenía el dedo mucho menos hinchado que el domingo, pero todavía morado" por la contusión y el golpe, violento, contra el suelo.
Por su parte, Juan Martínez de Irujo ya manifestó que "con el dedo roto, con una semana de plazo, poco va a hacer. Es muy doloroso y tendrá ese dolor durante los próximos meses". Hablaba desde la experiencia el otro finalista del Cuatro y Medio, quien afirmó que "llevo muchos dedos rotos y pocas veces se puede estar con la mano al cien por cien". Respecto al aplazamiento, no tiene ninguna pega el delantero de Ibero, porque "nos puede pasar a cualquiera de nosotros, ha sido un lance de partido, prefiero jugar el 27, igual que él, pero si hay que hacerlo el 3 o, incluso, el 11 da igual".
Jugar con férula Por seguridad, Aimar Olaizola, previsiblemente, tendrá que afrontar la final contra Martínez de Irujo con una férula en el dedo dañado para protegerlo de cualquier golpe, dado que sería terriblemente doloroso y este apéndice le protegerá de los posibles contratiempos que reciba en su mano izquierda.
Pelotaris como Oinatz Bengoetxea, Sébastien Gonzalez, Abel Barriola, Aitor Zubieta o Titín III usan o han usado este tipo de férulas y han rendido a la perfección. Incluso, el delantero leitzarra ganó el Manomanista de 2008 con una.