Duración 59:51 minutos; 12:22 de juego real.

Saques 3 de Barriola (tantos 12, 14 y 18) y 2 de Olaizola II (tantos 11 y 18).

Faltas de saque 1 de Barriola y 1 de Olaizola II.

Pelotazos 270.

Tantos en juego 10 de Barriola y 12 de Olaizola II.

Errores 7 de Barriola y 4 de Olaizola II.

Marcador 1-0, 1-1, 3-1, 3-3, 5-3, 5-4, 6-4, 6-6, 6-11, 7-11, 7-14, 10-14, 10-15, 12-15, 12-16, 14-16, 14-18, 17-18, 17-20, 18-20 y 18-22.

Incidencias Partido correspondiente a la tercera jornada de la liguilla de semifinales del Cuatro y Medio de la LEP.M disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao, que nuevamente rozó el lleno con unos 2.600 espectadores. De salida se cantaron posturas de 100 a 40 favorables a Aimar Olaizola. Ejercieron de botilleros Miguel Irigoyen (con Barriola) y Asier Olaizola (con su hermano Aimar).

VITORIA. Aimar Olaizola rescató ayer el clásico de la pelota a mano moderna. El goizuetarra derrotó a Abel Barriola en el frontón Bizkaia de Bilbao para convertirse en el rival de Juan Martínez de Irujo en la final del Cuatro y Medio de la LEP.M, prevista para el próximo 27 de noviembre y con todos los visos de jugarse en el mismo escenario donde el menor de los hermanos Olaizola se deshizo ayer del leitzarra. Arriesgó el zaguero de Aspe como había prometido. Y la apuesta le fue bien a medias. Tuvo siempre opciones de pelear por la victoria, pero las dilapidó en el último tramo del duelo. Y es que los últimos cuatro tantos de Aimar, a ratos estelar y a ratos proletario, llegaron producto de los errores de Barriola. A veces por arriesgar. A veces por puro cansancio.

Muy pocos apostaban por Barriola como finalista. Tal vez él mismo y su entorno. La cátedra, por supuesto que no. Sin embargo, el leitzarra varió la tendencia en apenas cuatro tantos. Contribuyó Aimar al cometer una falta de saque en el primer pelotazo del partido y enviar un derechazo por debajo de la chapa a continuación, pero Barriola también puso de su parte con su mejor arma: el dos paredes. Se animó con un 3-1 que su oponente no tardó en nivelar, pero insistió a continuación (5-3 y 6-4).

Al tetracampeón de la jaula se le torcían los planes, pero entonces surgió la mejor versión de Olaizola II. Siete tantos consecutivos le permitieron recobrar la confianza y fabricarse un colchón (6-11) con el que luego supo jugar. El guante que esconde en su mano izquierda emergió en el momento oportuno, en el partido donde solo podía ganar si quería regresar a la final del Cuatro y Medio, en el instante en el que más le estaban exigiendo.

La diferencia creció porque Barriola asumió tanto riesgo con el saque que no pudo iniciar una remontada en condiciones. Logró dos tantos, pero cometió a continuación una falta con el disparo inicial que Aimar aprovechó para dispararse un poco más en el marcador (7-14). Solo cuando el afilado saque de Barriola hizo efecto surgió la reacción. Con paciencia, sorprendiendo con un juego de aire más propio de un delantero que de un zaguero y una pizca de fortuna, el leitzarra redujo la distancia todo lo que pudo (17-18). Se la jugó a continuación en un intento desesperado y rápido de forzar la igualada, pero se equivocó. Sacó y se atrevió con una dejada al ancho que acabó en la contracancha (17-19). Después cambió la táctica y, tras marear a Aimar con una soberbia exhibición de inteligencia, no supo concretar el golpeo definitivo. Tiró abajo una dejada a escasos centímetros del frontis que le condenó casi de manera definitiva (17-20). Encontró Olaizola II un premio exagerado a su excelente defensa, pero de pronto se le vino encima un prodigioso gancho de Barriola (18-20). El riesgo le devolvió el saque, pero solo quitó a continuación. Se la jugó con un dos paredes demasiado precipitado y por ahí se le escapó cualquier opción de victoria.