ATHLETIC Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, De Marcos, Herrera; Muniain (Ibai, min.88) Llorente (San José, min.90) y Susaeta (Íñigo Pérez, min.85).

BARCELONA Valdés; Alves, Mascherano, Piqué (Thiago, min.80), Abidal; Busquets, Xavi (Alexis, min.61), Iniesta; Messi, Cesc y Adriano (Villa, min.72).

Goles 1-0, min.19: Herrera. 1-1, min.23: Cesc. 2-1, min.79: Piqué en propia meta. 2-2, min.91: Messi.

Árbitro Paradas Romero (Comité andaluz). Expulsó a Amorebieta, en el minuto 89, por doble amonestación. Mostró amarilla a Herrera, Javi Martínez e Iturraspe y al visitante Piqué.

Estadio 35.000 espectadores en San Mamés.

BILBAO. Leo Messi salvó ayer al FC Barcelona en el descuento del partido ante el Athletic Club en San Mamés con el que fue su primer gol en el campo bilbaíno, el que estableció el 2-2 final de un choque en el que los locales se adelantaron dos veces, por medio de Ander Herrera y de Gerard Piqué, en propia meta, y el Barça igualó en primera instancia con tanto de Cesc.

El argentino salvó con esa aparición final uno de sus partidos más irrelevantes, aunque siempre dispuesto a amenazar a un rival que ayer tuvo un comportamiento que rozó lo heroico. Como también el Barcelona sobre un terreno en juego que, por el diluvio, exigió como pocas veces exige en los últimos tiempos un campo a los jugadores.

Además de sin dos puntos, lo que le deja a tres del Real Madrid en la tabla, el Barça regresa a casa con el récord de imbatibilidad de Víctor Valdés ya definitivamente en 898 minutos. El Athletic, muy decepcionado por ese tanto ya en el alargue, se prestigió con un partido memorable y aumentó a diez los partidos que lleva sin perder, siete en Liga y tres en Liga Europa.

De inicio, hubo pequeñas sorpresas. Algunos matices, como la ubicación de Muniain en la banda derecha de la delantera o la presencia de Mascherano en el centro de la defensa visitante ante lo exigente que le podría ser el partido a Puyol un campo que no dejó de recibir lluvia en los dos últimos días.

Pero también había novedades de calado. Las ausencias en el Barça de Villa y el canterano Isaac Cuenca, que dejaron su sitio a Cesc y Adriano, éste sorprendentemente en la línea de tres delanteros de los de Guardiola. Con esa disposición, Javi Martínez de central y los dos equipos buscando lo mismo, presión al rival, posesión y rápidas combinaciones se alternaron las llegadas, de Adriano, Herrera e Iniesta.

Tuvo que ocurrir algo fuera del guion para que llegase una oportunidad de relevancia. Un resbalón de Mascherano permitió a Susaeta profundizar por su banda y encontrar a Herrera en la frontal para que el exzaragocista buscase al ángulo por el colocar el balón fuera del alcance de Valdés. Ese gol dejó en 898 los minutos de imbatibilidad del meta del Barcelona, que, quizás por ello, se cambio de jersey tras el descanso. En algunos compases el choque entró en el terreno de la épica. El Athletic para mantener dormitando el enorme poderío blaugrana, el Barça para doblegar a un rival que no cejaba y los dos equipos para imponerse a un terreno de juego que hacía de cada golpeo de balón una hazaña.