vitoria. Ocho años llevan siendo pareja deportiva Isabel Arbulo y Beatriz Barrena. Estas dos gasteiztarras forman un matrimonio bien avenido. "Nos entendemos bien", asegura Isabel. Esa compenetración ha sido clave en sus éxitos. El último, la medalla de bronce cosechada en el Campeonato del Mundo sub'16 celebrado durante toda la semana pasada en Melilla.

La pareja alavesa ha repetido el metal logrado hace dos años en Sevilla durante el Mundial de categoría infantil. Ahora en edad cadete han añadido otro éxito a su prolífico palmarés. Cuatro campeonatos de Euskadi, cinco subcampeonatos de España y un cuarto puesto en el estatal de este año avalan su excelente trayectoria.

Y van a por más. "Somos ambiciosas", comenta Arbulo con la satisfacción que tiene tras este reciente tercer puesto en el Mundial. Y es que durante este Campeonato del Mundo, las alavesas llegaron a soñar a medida que avanzaba la competición con hacer algo grande.

No en vano, su inicio de competición fue espectacular. En la liguilla de grupos derrotaron el primer día a la pareja mejicana por 6-0 y 6-1. El martes también se deshicieron con cierta solvencia de una pareja como la argentina, una de las potencias mundiales, a la que doblegaron por un doble 6-4. Este triunfo les permitió acabar como primeras de grupo y en el choque de cuartos se medirían a otro dúo español, el formado por la andaluza Alicia Romero y la catalana Lorea Barquero, a las que vencieron también con cierta autoridad (6-0 y 6-3).

Llegaba la hora de la verdad. En semifinales se iban a ver las caras ante la bilbaína Libe Arzanegi y la asturiana Enma Martín, vigentes campeonas de España y sus verdugas en aquella ocasión por un ajustado doble 7-6. Las alavesas eran conscientes de la dificultad de doblegar a sus rivales. Sin embargo, unos meses antes ya las habían superado en un torneo en Badajoz y confiaban en poder repetir la historia y tomarse así la revancha del estatal. No pudo ser y fueron derrotadas por 6-4 y 6-1, quedándose a las puertas de la final. Al menos, el triunfo de Arzanegi y Martín les permitió colgarse la medalla de bronce y repetir así en cadetes el éxito logrado en categoría infantil.