vitoria. Nada de lo que acontecería, "terrible noticia" la del malogrado Simoncelli, "vacío y pena", sobresaltó al desarrollo del Gran Premio de Malasia de 125, donde fue determinante la elección de neumáticos en el circuito de Sepang, el más estirado del Mundial con sus 5.548 metros. Una de las víctimas: Efrén Vázquez. El de Rekalde no vistió a su Derbi con los calzos adecuados y pagó cara una decisión que le condujo al naufragio después de un interesante inicio de carrera. Una debacle que terminó en caída cuando se fajaba en la sexta posición y que le condenó a ser undécimo, el peor resultado de la temporada cuando la necesidad es más aguda en esa búsqueda de entrar a formar parte del Top 5 del octavo litro en su año de extinción, del que ahora vive a 14 puntos e instalado en una séptima plaza que satisface poco. Todos los caminos en la lectura de la página de Sepang conducen hacia la decepción.

"Hemos montado un neumático duro delante y uno más blando detrás. Desde el principio he notado que tenía poca adherencia y la moto derrapaba mucho. En el primer tercio de la carrera he hecho un sobreesfuerzo para no descolgarme de la lucha por el podio, pero al final no he podido aguantar el ritmo", lamentaba el bilbaino, entonando el mea culpa sobre la vaga puesta en escena. Ya en los primeros giros Efrén se armó de prudencia. Desde la cuarta pintura descendió a la séptima, cerrando el grupo de los Terol, Viñales, Zarco, Cortese, Faubel y Folger que sería cuna para ilusiones de podio; aunque más adelante, mediado apenas el ecuador de la prueba, pasó a ser una referencia en el horizonte. Un adiós previo. El de Rekalde cedía sin remedio ante el grupo que abría la prueba. La pelea del bilbaino se canalizó en intenciones de reducir la repercusión del error de partida. Se focalizó en conservar una sexta plaza por la que también pujaba Folger, rezagado este al igual que Efrén. A esas alturas, el estómago de la carrera, el vibrante Zarco, que partía decimoquinto, ya había doblegado a un tenso Terol, que danzaba presa del nerviosismo con el primer y el cuarto puesto como pista de baile. La angustia y el estrés fue in crescendo hasta apoderarse de ambos contendientes por el título, con peor destino para el alcoyano, que debía quedar por delante del francés para ser campeón. Nico -"hoy he vivido la prueba más dura de mi vida", diría tras acabar exhausto y con más de 38º de temperatura corporal- cometió dos fallos seguidos en el último giro a Sepang. Y el galo, que se veía derrotado, se creció en la estela de Viñales -mejor debutante de la historia con 223 puntos, 3 victorias y 8 podios, por los 202 puntos de Marco Melandri en 1998- y Cortese, primero y segundo, respectivamente.

Zarco brindó vida al título y la posesión del mismo la aplazó para Cheste, donde Zarco está obligado a ganar y a Terol le vale con ser undécimo para proclamarse campeón.

Efrén, mientras, inmerso en esa citada vuelta final, cumplió penitencia defendiendo la sexta plaza. "La moto se me ha cerrado de delante y no he podido reaccionar". La consecuencia, un desliz por el asfalto. Un submarino hacia la undécima posición. O lo que es lo mismo, el rescate de 5 puntos. "Ha sido una pena no cumplir nuestros objetivos", confesó el de Rekalde, que luce ahora una bala en su recámara. Arsenal para Cheste, última estación del tren mundialista. "Me quedo con el hecho de que aún estamos en disposición de mejorar lo realizado en anteriores temporadas".