mundial la final

Un día marcado en negro

Nueva Zelanda parte como clara favorita para imponerse en la final de hoy a Francia

Los 'All Blacks', el equipo más en forma, miden su poderío ante un combinado galo muy irregular en el campeonato

javier saldise

No es un día cualquiera para Nueva Zelanda. La mejor selección de rugby del mundo se juega tal condición en su final, en la que se juega en su casa, en la que todo está montado para la celebración, aunque enfrente se encuentra -como han dicho algunos de los protagonistas del partido- uno de sus rivales favoritos, un contrincante de altura, uno de ésos que dignifica cualquier reto, que no dulcifica nunca una derrota.

Lo de Nueva Zelanda y Francia viene de lejos, también desde el principio de este torneo. Fueron estos dos equipos los que disputaron la primera final de la historia de los mundiales de rugby. Entonces, en 1987, ganó Nueva Zelanda y desde entonces no solo no lo ha vuelto a hacer, sino que únicamente en otra oportunidad más metió la nariz en la final del torneo y no ganó -en Sudáfrica, motivo alrededor del que se articula Invictus, la película basada en el libro de John Carlin-. Francia ha estado en dos finales y en las dos oportunidades ha salido malparada.

La historia de los seis mundiales adornan de datos la cita de hoy, en la que Nueva Zelanda es, indiscutiblemente, el equipo favorito ante Francia, también indudablemente uno de los conjuntos que más dudas ha despertado durante el campeonato y que ha pasado apuros en todo momento, en todas las fases. Solo ante Inglaterra, en cuartos, enseñó carácter y juego, y en la semifinal con Gales se vio favorecida por la expulsión de un jugador galés -esto se llamaría en el fútbol robo arbitral- y se salvó de caer por la tenacidad en los fallos en los lanzamientos a palos de los del dragón. Eso sí, expuso una defensa excepcional, un muro a base de placajes.

Enfrente, Nueva Zelanda es en estos momentos el quince más en forma del orbe rugby. Tiene ritmo, juego, rebosa confianza, cuenta con un buen número de jugadores en forma y además disputa la final en su casa. Está desplegando un torneo excelente, con resultados siempre convincentes, y su excepcional repertorio de rugbiers le está haciendo responder ante las lesiones. Algunos de los que entran andan más finos que los titulares... Para salir corriendo en la otra dirección.

Los mismos equipos El seleccionador de Francia, Marc Lièvremont, anunció el miércoles el quince para la gran final en el que no hay sorpresas, ya que jugarán los mismos que ganaron a Inglaterra en los cuartos de final y a País de Gales en la semifinal. Jugarán mañana ante Nueva Zelanda: Médard como zaguero, Clerc, Rougerie, Mermoz, Palisson en la línea con Morgan Parra como apertura y Yachvili como medio de melé. La delantera estará formada por Bonnaire, Harinordoquy, y Dusautoir como terceras; Nallet y Papé serán los segundas y la primera línea la compondrán Mas, Servat y Poux.

Liévremont ya ha dicho que la final no se ganará como la semifinal -más bien, la perdió Gales por una pésima ejecución de los lanzamientos a palos en un encuentro en el que jugó con uno menos más de una hora- y ha anunciado lo inexcusable: "Mis jugadores tienen ambición". El técnico francés, que no seguirá tras el Mundial, ha sido fuertemente criticado en su país y ha protagonizado algunas desavenencias con sus jugadores -sacadas a la luz también por la prensa gala-. En una final, debería quedar todo en segundo plano.

Con más de un mes de torneo a las espaldas, los jugadores ya se han ido colocando galones, quitándoselos, han reivindicado su juego o se han visto engullidos por este rugby a lo bestia. En el quince francés cada uno también se ha buscado su sitio hasta ofrecer unos cuantos hombres para el seguimiento. El zaguero, Maxime Medard, elegante y hasta ahora segurísimo; el ala Vincent Clerc -lleva seis ensayos en el torneo y opta a ser el máximo realizador en esta faceta- y el dúo de zorros que componen Parra y Yachvili. Dos buenos pateadores, más ofensivos que defensivos, pero, sobre todo, listos en la transición del juego de la melé a la línea. En la delantera, además del cotizado Dusautoir brilla con luz propia el bajonavarro Imanol Harinordoquy, perejil de todas las salsas y, por su físico, llamado a tener mucho currelo siempre y más aún con las moles que le tocan enfrente.

Sin Dan Carter, el indiscutible apertura de Nueva Zelanda se está perdiendo la parte decisiva del torneo por una lesión, los All Blacks han tenido problemas hasta dar con el relevo pertinente. El medio de melé, Piri Weepu, ha tenido más protagonismo en el juego, saliendo de la trasera de los tractores de su delantera y metiéndose con acierto en los espacios para la carrera de la línea.

Graham Henry, el entrenador de Nueva Zelanda, confía en los mismos jugadores que supieron ganar a Australia en la semifinal del campeonato. El zaguero será Dagg -atención a las incorporaciones al ataque de este hombre-, la línea de tres cuartos la compondrán Jane, Smith, Ma'a Nonu y Kahui, espoleados por Aaron Cruden como apertura y Weepu como medio de melé. La delantera de Nueva Zelanda tiene de todo detrás de los nombes de McCaw, Read, Kaino -los terceras-, Whitelock y Thorn -los dos segundas- y O. Franks, Mealamu y Woodcoock, los tres arietes iniciales de la delantera.

No hace falta ser amante del rugby o entendido en el balón ovalado para curiosear esta mañana en uno de los espectáculos deportivos más excitantes. Atentos a los hombres de negro.

los datos

l Hoy, a las 10.00. La final entre Nueva Zelanda y Francia se disputa esta mañana desde las 10.00 horas. En los prolegómenos, los neozelandeses interpretarán la 'haka'. El encuentro se puede seguir en C+Deportes desde las 9.30.

l Toca 'haka'. Los prolegómenos del partido tienen su parte de espectáculo. Los neozelandeses interpretarán la tradicional 'haka', una danza de guerra de origen maorí que se desarrolla antes de cada encuentro.

l Los equipos. Francia y Nueva Zelanda van a repetir los quinces con los que formaron en las semifinales contra Gales y Australia.

l Australia, tercera. La selección de Australia se hizo con el tercer puesto en el Mundial después de imponerse por 21-18 a Gales.

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Imanol, un navarro en la final

Imanol Harinordoquy -20 de febrero de 1980- es el número 8 de Francia, pero también ha jugado de segunda línea refrendado en sus 192 centímetros de altura y los honorables 108 kilos de peso. Natural de Donibane Garazi -el bajonavarro de la final militó en el Nafarroa de su localidad- es uno de esos jugadores espectaculares, de los que no hay pocos en estos grandes torneos, pero cuya implicación en el juego le entrega un punto superior para el brillo personal. Como es uno de los grandes de la melé, encuentra trabajo para meterse en batallas en todas partes. Jugador del Pau y antes del Biarritz, ha sido con los biarrots dos veces campeón de Liga y ha jugado en otras dos oportunidades la final de la Copa de Europa de rugby, ha ganado también en cuatro ocasiones el Seis Naciones y ésta es su tercera participación en un Mundial. Harinordoquy es uno de los cinco jugadores que aporta el Biarritz a la selección y uno de los jugadores más expertos de los del gallo. El jugador de Bayona tiene una línea de ropa masculina bajo las siglas de su nombre, IH. Xabi Alonso, el jugador donostiarra del Real Madrid, es una de las imágenes de la firma, además del propio Imanol. Un figura.