Auckland. Una selección galesa, heroica y desgraciada al mismo tiempo, cayó ante el oficio de Francia, que, decepcionante en su juego, sí supo aprovechar su superioridad numérica desde el minuto 19 y convertir sus golpes por medio de Parra, pero fue incapaz de cruzar la línea de ensayo rival. La expulsión definitiva del tercera galés Warburton por parte del árbitro irlandés Rolland por girar en el aire, tras placarlo, al francés Clerc marcó el choque desde el minuto 19.
Si bien se podía pensar que con un hombre más, el partido se inclinaría claramente del lado del XV del gallo, los británicos dieron una lección de juego y de orgullo, y sólo los fallos en los golpes de Hook, Jones y, en el último intento, de Halfpenny evitaron que Gales se clasificara por primera vez en su historia para un final de una Copa del Mundo.
Los galeses desperdiciaron dos golpes y un drop en la primera parte por medio de Hook y en la segunda Stephen Jones la transformación del ensayo de Phillips, otro drop y un golpe de Halfpenny. Éste en el minuto 76 se quedó corto por 30 centímetros. Total: 17 puntos.
Frente a ellos, el apertura francés, Parra, pasó los tres golpes que tuvo su equipo y falló un drop en el minuto 42. Gales dominó los primeros minutos, pero mediada la primera parte, Rolland castigó con rigor el placaje de Warburton sobre Clerc con el marcador a favor del XV del dragón. Los británicos vivieron sus peores minutos, ya que a la expulsión se añadió el empate por el golpe que pasó Parra.
El resto del encuentro fue un ataque agónico tras otro de los británicos, con otro error de Jones en un precipitado intento de drop cuando tenían tiempo y más opciones, y el golpe postrero de Halfpenny, casi desde el centro del campo, a cuatro del final.
Gales no claudicó y sólo cedió cuando tras 26 fases de ataque, muy bien defendidas por los franceses, perdió el balón y Yachvili lo pateó fuera. Francia disputará la final con el ganador del Australia-Nueva Zelanda de hoy.