¿Cómo ve al equipo de cara al arranque liguero después del trabajo realizado en pretemporada?
Podíamos haber ido un poquito más rápido en cuanto a acoplar a los nuevos jugadores y meter el sistema de juego que queremos. Hemos sufrido muchas lesiones y eso nos ha frenado bastante en los entrenamientos. Es algo normal en las pretemporadas, pero llevamos varias semanas en las que siempre hay bajas y no nos juntamos los diez del equipo y eso es algo que se ha notado. En cuanto a resultados, no han sido malos. Hemos conseguido quitarnos la mochila de presión de ganar a un equipo de la categoría como han sido los partidos con Las Rozas y luego hemos jugado un par de amistosos con Ávila y Azpeitia, que pueden ser de nuestro nivel, y los hemos perdido.
¿Se ajusta la plantilla que se ha confeccionado a la idea de equipo que usted tenía preconcebida?
Siempre quieres algo más y hablamos con algún jugador que al final acabó por no venir, pero dentro de nuestras posibilidades el equipo está bien. En el juego exterior solo queríamos un fichaje porque pensábamos que con lo que teníamos era suficiente y queríamos apostar por un jugador que fuera una garantía y que no nos equivocáramos. En ese sentido, Jonathan Barceló es un jugador contrastado en la Liga y es un valor seguro. Por dentro sí que queríamos reforzar el equipo porque era el punto débil del año anterior y es uno de los aspectos donde creo que se va a notar más el cambio de categoría, con más fuerza y más kilos. Hemos hecho tres fichajes y estamos muy contentos con ellos. Alberto Ausina es un jugador que se mueve muy bien de espaldas, que va a hacer muchos puntos dentro de la zona; Jon Uriarte es polivalente y puede alternar las posiciones de alero y ala-pívot; por su parte, Alex Thompson no es un americano al uso si hablamos desde el punto de vista anotador, pero es muy poderoso y nos puede dar trabajo y labores sucias en defensa, que son muy importantes.
Una de sus grandes preocupaciones al acabar la pasada temporada era lograr fichajes que no rompiesen la estructura de grupo que tenía el Araberri.
La piña y la cohesión eran uno de los puntos fuertes del equipo. Traer gente de fuera de casa, que ha jugado en muchos equipos diferentes y que también vive de esto, se nota que es diferente a lo que teníamos antes, con todo jugadores de casa. Pese a ello, creo que se han integrado muy bien, que el grupo que tenemos es fácil de irse acoplando y han entrado bien en la dinámica. Ahora estamos en el tiempo de repartir los roles, de ver cuál es la posición de cada uno dentro del equipo, pero creo que el buen grupo que tenemos va a ser de nuevo uno de los puntos fuertes.
Más complicado que fichar puede haber sido comunicar las cinco bajas a jugadores con los que no se contaba después del ascenso.
Esta temporada es un premio muy bonito al trabajo que todo el mundo hizo el año pasado y está claro que todo el mundo se habría merecido continuar y vivir esta bonita experiencia, pero algún cambio hay que hacer para buscar jugadores de mayor nivel que te permitan competir dentro de la Liga. Es una pena para la gente que se ha quedado fuera, pero mantener siete jugadores del año pasado, que eran la base del juego del equipo, es una cifra muy importante.
¿Cómo va el cambio de mentalidad, después de unos años de ganar casi todo a afrontar una campaña que se presenta complicada?
Tenemos que tener muy claro que aún jugando muy bien podemos perder muchos partidos. El objetivo de la permanencia se puede conseguir con el equipo que tenemos, pero hay que conseguir que la gente esté estable mentalmente, que no se empiecen a producir altibajos y que todo el mundo confíe en el trabajo que estamos haciendo a pesar de que vengan derrotas. Al principio puede costarnos encontrar el ritmo de la competición porque es algo que les ha pasado los últimos años a los equipos que han ascendido. Yo no sé cómo aceptaríamos nosotros una situación como la que vivió el Azpeitia el año pasado, que empezó con un 1-7, pero si somos capaces de llevarla como ellos, siendo mentalmente estables y conscientes de que nos enfrentamos a equipos más potentes, más pronto que tarde comenzarán a llegar los resultados y conseguiremos la permanencia. Venimos de unos años de muy buenos resultados, estamos acostumbrados a ganar y, a lo mejor, tres derrotas consecutivas no se aceptan con la normalidad que se deberían de tomar.
¿Qué destacaría de los rivales?
Andorra y Orense son los dos equipos con las plantillas más fuertes. Hace pocos años estaban en la ACB y cuentan con mayor estructura y a nivel de fichajes han hecho plantillas muy potentes, por lo que sería una sorpresa que no acabasen arriba. A partir de ahí, los filiales de ACB como Joventut, Barcelona y Fuenlabrada cuentan con jugadores de una enorme progresión y también pueden estar un peldaño por encima del resto. Los demás somos un grupo de seis o siete donde el nivel se iguala bastante y nos podemos ganar unos a otros. El objetivo es evitar ese decimotercer puesto del grupo que te condena al descenso dentro de una competición en la que va a haber muy poca diferencia entre la lucha por la permanencia y disputar el play off de ascenso, en el que entran desde el segundo hasta el noveno ya que el primero sube automáticamente. El sistema de competición da margen a pensar que si salen bien las cosas igual se puede estar en el play off, pero vamos a esperar a ver qué respuesta da el equipo.
A nivel personal, el éxito del Araberri está indisolublemente asociado al éxito de Iñaki Merino.
Para mí es una temporada muy bonita y considero un privilegio estar en la categoría porque los clubes han tenido muchas dificultades para inscribirse en una competición que al final se ha quedado muy corta, con solo trece equipos. En una ciudad como Vitoria en la que el referente es el Baskonia y por abajo no ha habido equipos en estas categorías, es un lujo tener un sitio para competir contra equipos mucho más profesionales. Me encuentro con muchas ganas y mucha ilusión de hacerlo bien. Ojalá que esta experiencia se pueda vivir durante muchos años y el club se pueda mantener en esta categoría.
Hay que animar a la gente a que vaya a Mendizorroza a seguir al equipo en esta nueva categoría.
Va a ser imposible repetir el número de gente que acabó viniendo el año pasado a ver los partidos y por nuestra parte estamos muy agradecidos porque sabemos que fue un punto más para sacar los partidos adelante, sobre todo en los momentos malos. Este año, cuanta más gente venga, mucho mejor. Van a poder vivir un baloncesto muy diferente al que hemos visto hasta ahora porque van a venir a Vitoria grandes jugadores y otros con mucha proyección que pueden estar en la ACB dentro de poco.