madrid. La selección irlandesa protagonizó en la jornada de ayer la primera gran sorpresa del Mundial de Rugby al derrotar claramente a Australia (15-6). Los Wallabies, dobles campeones mundiales en 1991 y 1999 y subcampeones en 2003, no encontró el camino para superar al quince del trébol en el Eden Park de Auckland. Dos golpes de castigo de Ronan O'Gara y otros dos de Jonathan Sexton, que también sumó un drop, bastaron para sellar el triunfo de Irlanda, que lidera el grupo C con pleno de victorias.

Ni los pronósticos ni la historia favorecían las oportunidades de Irlanda de hacerse con una victoria ante Australia. Los aussies habían ganado a la selección europea en sus cuatro enfrentamientos en esta competición. Además, los test disputados en la previa del torneo tampoco daban crédito al conjunto británico, enmarcado en la crisis que contempla a los equipo de hemisferio norte. Pese a esto, Irlanda fue capaz de llevar el partido a su terreno desde los primeros compases, consiguiendo una victoria que deja la situación de cara a los cruces de cuartos de final como un problema para los Wallabies en forma de los defensores del título, los Springboks.

Los otros dos encuentros de la jornada se saldaron con sendas palizas de dos equipos importantes, la propia Sudáfrica y Argentina. Los Springboks se plantearon el partido con mucha seriedad tras el susto que se llevaron en la primera jornada, con victoria agónica sobre Gales (17-16). La campeona mundial lidera claramente el Grupo D, el más potente del Mundial tras endosar un incontestable 49-3 a Fiji. El mejor hombre del encuentro fue Morne Steyn, que anotó un ensayo, cinco conversiones y dos golpes de castigo. Igualmente sencillo le resultó su compromiso a Argentina, que apabulló a Rumania (43-8) en el Rugby Park Stadium. Seis ensayos de los Pumas, que buscan repetir su impresionante actuación de hace cuatro años, sirvieron para compensar la derrota en su primer choque ante Inglaterra.