vitoria. No es Josean Querejeta de esos que suelen pegar puntadas sin hilo. El máximo dirigente del Baskonia se ha caracterizado por racionar sus apariciones públicas y reducir a la mínima expresión sus declaraciones. Eso sí, cuando habla, cada palabra tiene un sentido. En apenas unas horas se agota el plazo que el presidente del Baskonia se fijó para calmar a la dubitativa afición con la contratación de uno de los dos interiores que todavía se esperan en Vitoria para completar la plantilla. Y todo parece indicar que, salvo sorpresa de última hora, podrá cumplir su palabra. La llegada de Richard Hendrix al conjunto vitoriano parece cuestión de horas, o al menos así lo entiende el interior nacido en Atenas -pero no en Grecia, sino en Alabama (Estados Unidos)-, que ya ha empezado a darla por hecha en sus círculos cercanos.

Según aseguraron ayer a este periódico fuentes próximas al entorno del propio Hendrix, el menudo pívot de 202 centímetros que asombró en el Granada y se ganó un contrato en uno de los clubes más pujantes del continente ya da por sentado que su futuro inmediato se encuentra en el Buesa Arena. Consciente de que no le beneficia la situación que se le presenta en el Maccabi, donde se va a producir un overbooking de extranjeros, da por hecho su aterrizaje en Vitoria antes incluso de que las negociaciones entre ambos clubes queden definitivamente selladas.

Hendrix, en cualquier caso, ha transmitido su decepción ante la certeza de que va a ser el sacrificado cuando su club consiga contratar a un sustituto, con pasaporte norteamericano, para cubrir la vacante que dejó con su marcha Jeremy Parker. Incluso, según estas mismas fuentes, llegó a asegurar que asumía la postura del equipo hebreo, con el que le queda un año más de contrato y donde, a pesar de todo, gozaba de la confianza de David Blatt.

Es precisamente este punto el que parece estar dilatando las negociaciones, que tal y como pudo confirmar este periódico siguen todavía abiertas. Josean Querejeta, no en vano, se ha encontrado con la horma de su zapato en esta materia. Simon Mizrahi, presidente macabeo, trata de sacar beneficio económico a una operación que podría resolverse con una cesión. El Caja Laboral ha ofrecido al jugador una cantidad que ronda el medio millón de dólares. Salvo hecatombe, el asunto debe quedar resuelto a tiempo para que Querejeta cumpla su palabra y en una semana haya traído ya al primer pívot.