Vitoria. Hace años, no tantos, el mero hecho de contemplar a un europeo ataviado con la elástica de un equipo de la NBA era un acontecimiento. Verlo participar de manera activa en los partidos, algo que pocos lograron antes del cambio de siglo, se consideraba prácticamente como algo paranormal. Plantearse que pudiera ser determinante en el juego, en la lucha por el título, que aspirara a lograr un anillo de campeón e incluso a hacerse acreedor del reconocimiento como MVP resultaban supuestos inimaginables, delirios. Hasta que Dirk Nowitzki aterrizó en la competición estadounidense, cada vez más internacionalizada, y todo cambió para siempre.
La estrella de los Mavericks, vigentes campeones, abrió un camino que otros siguieron. Aunque le ha costado hacerse con el título de campeón, algo que logró este año tras merendarse junto a un plantel plagado de veteranos a los Heat de Lebron y Dwyane Wade, el ala-pívot germano fue el primer europeo en ser reconocido como MVP (2007) y ha sido incluido cuatro veces en el mejor quinteto de la NBA. Su talento y sus números lo han situado como uno de los mejores europeos de la historia, y seguramente habría sido considerado de largo como el más brillante de la última década de no haber surgido de la nada un tipo tan largo como él, tan inteligente para dominar este deporte como él y, sobre todo, tan ambicioso como él.
Nowitzki ha sido el espejo en el que se ha mirado Pau Gasol desde que siendo aún un desconocido aterrizó en la NBA. Su capacidad para crecer, su constante progresión, su hambre de gloria, han situado al catalán a la altura del tipo con el que hoy volverá a verse las caras. Ganador de dos anillos con los Lakers, considerado también como uno de los interiores más determinantes de la competición norteamericana, Gasol ha sido más gregario de lujo que jugador franquicia en Los Ángeles, pero le ha ganado por la mano al germano cuando se ha tratado de selecciones.
gasol se recupera Aunque no puede obviarse la diferencia entre los jugadores que los han escoltado en España y Alemania estos años, lo cierto es que las dos medallas que acumula Nowitzki con su país, bronce en el Mundial de Indianápolis y plata en el Eurobasket 2005, quedan muy lejos de los dos oros (Mundial 2006 y Eurobasket 2009) y las dos platas (Eurobasket 2007 y Juegos Olímpicos de Pekín 2008) que ha sumado la selección española cuando ha contado en sus filas con su gran faro.
La pelea por el título honorífico de mejor europeo de la última década, una distinción tan subjetiva como imposible de resolver, se mantiene abierta entre dos jugadores que se conocen, se parecen y hoy volverán a verse las caras, ya que el catalán se encuentra completamente repuesto de la dolencia en el tobillo que le impidió jugar ante Turquía. Pese a que los números globales benefician en primera instancia a Gasol, el alemán no le tendrá miedo. En el Mundial 2002, ya con Gasol como principal figura, España quedó apeada en cuartos por la Alemania de Nowitzki. La historia se repetiría en las semifinales del Eurobasket de 2005, pero esta vez con una canasta del jugador de los Mavs sobre Jorge Garbajosa a falta de tres segundos para el final. La última vez que se midieron, en las semifinales de la Conferencia Oeste de los pasados play off, la suerte también sonrió al alemán.