VITORIA. Con el cierre de la primera fase, llega el momento de extraer conclusiones sobre lo que va dando de sí un torneo que ha arrojado escasas sorpresas en sus primeros compases. Quizá la más llamativa es la eliminación prematura de Croacia, que había caído en un grupo a priori sencillo pero que se marcha de Lituania con la sensación de haber añadido un nuevo fracaso a su historial de decepciones.
Los Tomic, Barac y compañía comenzaron bien el torneo, con un triunfo solvente ante Finlandia, sorprendentemente clasificada, pero apenas han sido capaces de añadir otro triunfo, contra Montenegro, a su historial en el torneo. El hasta hace poco pívot del Baskonia, fiel a su trayectoria, ha dejado escasas muestras del potencial que se le presupone. Barac cierra el campeonato con unos promedios tristes: 4,5 puntos y 2,3 rebotes en los poco más de diez minutos que ha jugado por partido.
Otro de los que partía con opciones pero al final ha caído es la Bosnia de Mirza Teletovic. Con el bombardero de Mostar a los mandos, también suman dos victorias y tres derrotas y quedan fuera.
El mismo camino de vuelta anticipado deberá tomar la selección italiana. En este caso, el conjunto transalpino, que sólo ha ganado un duelo (ante Letonia), ha sido víctima del llamado grupo de la muerte, donde convivía con Alemania, Serbia, Francia e Israel.