Vitoria. Mientras contestaba a las preguntas de los periodistas españoles, Nadal torció el gesto y se tapó la cara con gestos de dolor, mientras apenas podía articular palabra. Tras unos segundos, Nadal solicitó a los organizadores que llamaran a un fisioterapeuta.

Ante la molestia que padecía, el número dos mundial se tumbó en el suelo y la organización desalojó a los medios de comunicación presentes a la espera de la llegada del fisio, el cual le realizó masajes en la zona afectada y le aplicó una bolsa de hielo.

Una vez superada la molestia y tras un gran revuelo de periodistas en el exterior de la sala de prensa, se reanudó la conferencia.

"Me ha dado una rampa en la pierna, nada más. Se me ha cargado el cuádriceps y el isquio al mismo tiempo y no me podía mover. Pero no pasa nada, mañana estaré entrenando sin problemas", aseguró.