CABEZA DE MANZANEDA. Finalmente no pudo levantar los brazos, celebración que hubiese sido el mejor antídoto para poner fin a una temporada que se ha presentado más torcida de lo esperado, pero Beñat Intxausti sacaba en la línea de meta conclusiones positivas del segundo puesto conquistado en Cabeza de Manzaneda, por detrás del francés David Moncoutie. El ciclista vizcaíno considera que esa segunda plaza le vendrá de maravillas, sobre todo desde el punto de vista anímico y que ya llegará, puede que dentro de pocos días, la época de plantearse objetivos más ambiciosos. "Desde la salida me he encontrado bastante bien, he tenido la suerte de coger la fuga, pero también ha sido por piernas. El problema es que había mucha gente buena: Luisle, Paulinho, Moncoutie? Sabía que la de éste era la rueda buena y he intentado seguirle desde abajo. Le he aguantado dos o tres veces, pero la última ya no he podido y aunque nos hemos juntado cuatro, ya veíamos que se nos iba y no había nada que hacer. El segundo puesto me deja un buen sabor de boca por las sensaciones que he tenido y por haber sido protagonista. Moralmente me hacía falta algo así, me va a venir muy bien. A ver si es el punto de inflexión, puedo tener algún otro día bueno y rematar con un triunfo de etapa. Quedan por delante los finales en alto, que vinimos a reconocer, y las etapas de País Vasco, que conozco al dedillo. Pero antes de venir a la Vuelta, con el nivel físico y anímico que tenía, el objetivo número uno era llegar a Madrid y ya el año que viene pensar en otras cosas".

Por su parte, Bradley Wiggins, que pasa a encabezar la clasificación general en sustitución de su compañero de equipo Christopher Froome, apuntó que "sabíamos que podía suceder que me pusiese de líder porque manteniéndome con los escaladores lo podía coger. En el equipo desde el principio teníamos las ideas claras y, aunque Froome hizo una contrarreloj fantástica que le colocó de líder, venía a trabajar para mí y así lo hemos hecho. Es una ascensión similar a La Covatilla, por eso hemos tratado de mantener un ritmo elevado que dificulta que los escaladores puedan atacar y solo lo han intentado Joaquim Rodríguez y Vincenzo Nibali. La temporada nos ha ido a contrapié con mi caída del Tour donde iba con la meta de estar entre los mejores, además tuvimos un inicio de Vuelta desastroso en la contrarreloj por equipos de Benidorm. Voy a dar todo por mantener el liderato, pero sabemos que hay gente dispuesta a todo por lograrlo".

Moncoutie, certero Wiggins no era el único hombre feliz en Cabeza de Manzaneda, ya que David Moncoutie conquistó un nuevo triunfo de relumbrón a añadir a su excelente palmarés. El corredor francés del Cofidis es de esos que se marcan objetivos concretos antes de las grandes rondas por etapas y lo acontecido ayer no fue una excepción. "Era una etapa que tenía marcada. Me metí en la fuga porque vi que podía llegar por el perfil que presentaba. Era complicado coger la escapada buena, pero con puertos al principio ha resultado algo más fácil. "He venido a la Vuelta con dos objetivos: el primero ya lo he cumplido, que era ganar una etapa, y el segundo es el maillot de la montaña. Para lograrlo aún quedan muchas etapas con llegadas en alto y puertos importantes. Los rivales más peligrosos para ese objetivo van a ser los líderes de la carrera", afirmó.