La Covatilla. Tras lo que parece la resurrección de Antón en el repecho tremendo de El Escorial, Gorka Gerrikagoitia, el director de Euskaltel-Euskadi, pide calma, reclama sensatez y habla de que no es momento de lanzar las campanas al vuelo. La verdadera prueba de la recuperación del vizcaino, que se ha pasado la semana sufriendo para no perder la rueda de la Vuelta, será La Covatilla, donde sacará el equipo vasco la verdadera proyección de sus dos figuras, Antón y Nieve, en la carrera española. 24 horas después, el resultado sume a Gerri en un pesimismo moderado. Igor pierde otros dos minutos y su dorsal se borra de cualquier lucha por la general y el navarro, que ataca fogoso y luego lo paga, no está tan arriba como le pueden permitir sus ágiles piernas buenas de escalador. "Está claro", dice Gerri, "que hay que cambiar el planteamiento para buscar etapas". La conclusión la saca apenas unos minutos después de que acabe la etapa. Traza el nuevo rumbo de Euskaltel en la Vuelta en el interior del autobús del equipo que está plantado en la explanada de La Covatilla.

Antón se ha descolgado definitivamente y Nieve, aunque ha atacado, ha sufrido al final. No es lo que se esperaba.

No. Y hoy era el día en el que teníamos que ver realmente dónde estábamos. Lo que hemos visto es que con Igor Antón estamos un poco lejos de los mejores. Ha vuelto a perder casi dos minutos y creo que ahora la mejor opción con él es ir pensando en recuperarle. Quizás sea hora de que haga los esfuerzos justos para pensar en determinadas etapas.

Eso supone un giro brusco en el planteamiento del equipo, que hasta ahora había protegido las opciones en la general de Igor.

Es que la situación ha cambiado. Después de esto está claro que tenemos que cambiar el planteamiento y buscar las etapas. Hemos estado por debajo de lo que yo esperaba. No es que ahora sea pesimista, pero nos hemos encontrado con una realidad que no era la que nos imaginábamos a estas alturas y eso nos obliga a replantearnos la carrera. Los objetivos ahora son otros.

Dice que el equipo ha estado peor de lo que esperaba, ¿confiaba en que Antón estuviese arriba?

Ayer -por el sábado- todos nos quedamos con la sensación de que estaba recuperado o camino de recuperarse. No nos imaginábamos algo así. También pensaba que Mikel Nieve iba a estar algo mejor. Habrán entrado unos 15 corredores antes que él y ese no es su sitio. También es verdad que este es un puerto especial. El viento influye mucho. Fíjate si no en lo que ha pasado: el grupo se ha cortado en la zona más llana. Aunque tampoco era una etapa de montaña como las que vamos a encontrar en el norte. Ese tipo de días duros son los que Mikel necesita para explotar todas sus cualidades.

¿Se ha precipitado Nieve al atacar con el viento pegando de cara?

Yo le he animado a que lo hiciera. Le decía que probara. Iba un grupo grande y nadie se movía. Lo ha intentado y en eso no hay nada que reprocharle.

¿Igor Antón puede acusar este nuevo golpe?

Tras lo de El Escorial Igor estaba con moral, pero yo ya dije que no era cuestión de echar las campanas al vuelo. Hoy era el día que tenía que confirmarlo. Pero no ha carburado. Sus sensaciones no eran buenas y el pulso no le sube. Se ve que tiene una limitación. ¿Por qué? No lo sé y no es momento de pensar en ello. Ahora tenemos que trabajar en su recuperación para pensar en etapas concretas que le puedan venir bien.

¿El Angliru, por ejemplo?

El Angliru es uno de esos puertos que se adaptan a sus características. Pero de momento, lo mejor que podemos hacer es tratar de que se recupere. Ya hablaremos después de los nuevos objetivos.

¿Nieve es, definitivamente, la baza para la general?

Ahora está 15º, pero lo normal es que en la crono pierda tiempo. Se dejará bastantes minutos, pero esta Vuelta se va a hacer muy dura. Habrá muchos movimientos que van a ser incontrolables. En ese escenario, Mikel tiene que encontrar su sitio.