vitoria. El club vitoriano Hípico Arbe realiza hoy dos pruebas en Bikuña que servirán a los participantes para entrar dentro de una promoción y clasificación, en el XVI Raid Nacional. La prueba consta de dos modalidades, una de 50 kilómetros y otra de 80. La primera es llamada también CAP o de promoción y se trata de una demostración que sirve para clasificar a los corceles. La segunda modalidad de 80 kilómetros es conocida como CN o Raid nacional de cero estrellas. Al terminar esta demostración, se alcanza la categoría novel. Los jinetes que adquieren caballos con esta condición novel, pueden participar en el Raid Internacional de una estrella.
En ambas modalidades los jamelgos tienen que ir a una velocidad mínima y una máxima controlada. Los animales de la prueba pequeña no pueden pasar de los 15 kilómetros por hora y los de la segunda prueba no pueden correr a más de 16 kilómetros por hora.
En esta prueba de hípica participan alrededor de 50 rocines procedentes del País Vasco, Navarra y Cantabria. Algunos de los de Cantabria son propiedad de jeques árabes que los tienen entrenando allí. "Los corceles cántabros vienen a todas las pruebas del País Vasco a clasificarse, ya que es donde más certámenes se organizan de todo el norte de España", explica el presidente de la Federación Alavesa de Hípica, Lucio Guerra.
La salida de las pruebas es a las 10 de la mañana y la llegada está prevista sobre las 14.00 para la de 50 km. y sobre las 16.30 para la de 80. Los recorridos son diferentes, pero tienen como punto de partida y de llegada Bikuña. La más pequeña sale de Bikuña, pasa por Opakua, Langua, toca algo de monte y otra vez vuelve a Bikuña. "Entre medio de las fases tiene puntos de asistencia. Cada caballo tiene un equipo detrás y allí le dan de beber y les refrigeran", apunta Guerra. La segunda prueba es por la zona de La Llanada, Ilarduia, Araia, Zalduondo, Salvatierra y vuelta a Bikuña.
Durante toda la competición, los rocines son sometidos a diferentes controles veterinarios. "Tienen que pasar las inspecciones por si acaso algún jamelgo viene en malas condiciones", señala el organizador. La competición se divide en dos partes de 20 y 30 km. para la prueba de 50 y de 20, 30 y 30 para la prueba de 80 km. De esta manera, en cada fase también hay controles que pueden ser eliminatorios si los veterinarios ven algún problema en el caballo.
Hay que destacar que no es el primer corcel que llega a meta el que gana la competición, sino el que antes se encuentra en perfectas condiciones. Porque aunque haya terminado la prueba hay que pasar un control final. Si el jamelgo no está dentro de los parámetros que marcan los veterinarios, el caballo queda eliminado automáticamente. "Tienen que llegar con él en perfectas condiciones", advierte Lucio Guerra. En este caso, no se para el cronómetro hasta que el jinete no pide el control que es cuando cree que tiene el corcel recuperado.