ROMA. El colectivo de jugadores realizó una propuesta 'in extremis' para firmar un convenio de un año con el objetivo de evitar a toda costa la huelga, pero el organismo que reúne a los veinte clubes de la primera división italiana la desestimó este viernes.
De esta forma, y al igual que sucedió la pasada semana en España, la primera jornada de la liga italiana ha quedado suspendida. "La asociación de jugadores toma nota de la respuesta negativa de la Lega a nuestra última propuesta y confirma su intención de no disputar los primeros partidos de la temporada", señaló la AIC a través de un comunicado.
El presidente de la Lega, Maurizio Beretta, explicó las razones de su negativa. "Nuestra asamblea ha sido clara. Sólo firmaremos un acuerdo si contiene los dos puntos en discusión: la situación de los jugadores apartados de la plantilla y la tasa solidaria", recordó.
Beretta se refirió a los dos puntos de desencuentro entre la Lega y los futbolistas. En primer lugar, no hay acuerdo respecto al artículo siete del convenio, referido a la situación de los jugadores con contrato que son descartados por sus entrenadores. La AIC reclama que estos 'apartados' se puedan entrenar con sus compañeros hasta que acabe su contrato, mientras que los clubes quieren que los entrenadores tengan autonomía para decidir.
El otro punto de desencuentro se refiere a la nueva 'tasa de solidaridad' impuesta por el Gobierno italiano para los contratos de trabajo que superen los 90.000 euros anuales. Jugadores y clubes están enfrentados porque ambas partes reclaman que la otra se haga cargo del pago de dicho impuesto.
Por el momento se ha suspendido la primera jornada, pero no se descarta que la huelga se prolongue más tiempo después del parón por encuentro internacionales del próximo fin de semana. "Tengo la impresión de que quince días podrían no ser suficientes. Podríamos necesitar meses", advirtió el portavoz de los futbolistas, Damiano Tommasi.