roma. Los clubes de la Primera División italiana rechazaron ayer firmar la renovación del convenio colectivo de los futbolistas, con lo que cada vez se hace más concreto el riesgo de que el inicio de la liga italiana, previsto para este fin de semana, se vea aplazado por una huelga de los futbolistas. Y es que. a principios de agosto, los futbolistas de la Serie A amenazaron con ir a la huelga si los clubes no ratificaban el acuerdo para renovar su régimen contractual. Los representantes de los clubes se reunieron ayer en Roma y rechazaron por 18 votos a 2 el acuerdo sobre el convenio.
El presidente de la Liga italiana, MaurizioBeretta explicó que el texto firmado por la Asociación de Futbolistas Italianos (AIC) no puede ser ratificado por los clubes si no se contemplan sus exigencias respecto al pago del llamado "impuesto de solidaridad" por parte de los jugadores y a la absoluta autonomía por parte del equipo técnico a la hora de decidir cómo se desarrollan los entrenamientos de la plantilla.
En un principio, el principal punto de desencuentro entre jugadores y entidades fue precisamente el artículo 7 del convenio, por el que la Serie A establecía la posibilidad de que las directivas de los clubes decidieran unilateralmente que un jugador se entrenase por separado del resto de la plantilla.
Una medida que se topó con la oposición de la AIC, que consideraba que podría llevar a "discriminaciones". En los últimos días, a ese punto de confrontación se sumó la introducción del "impuesto de solidaridad", incluido en el último plan de ajuste presupestario aprobado por el Gobierno de Silvio Berlusconi, que prevé gravar con un 5 por ciento adicional las rentas anuales que superen los 90.000 euros y con un 10 por ciento las que excedan los 150.000 euros y que los clubes quieren que asuman los futbolistas.