El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, achacó ayer la actual situación del Racing de Santander al "embarullamiento" jurídico que, a su juicio, generó el anterior Gobierno con los "contratos y requetecontratos" que realizaron, al tiempo que afirmó que su Ejecutivo ha puesto en contacto a dos inversores extranjeros con los gestores del club. Según explicó el presidente cántabro, su objetivo es no incurrir en los "errores" de Miguel Ángel Revilla.