zumaia. "Hoy más que nunca sería importante lograr la bandera. No ya por ganar la liga, que ni pensamos en ella, sino por la moral de los chavales, que se han quedado hundidos", expresaba minutos antes del inicio de la Ikurriña de Zumaia Josu Zabalondo, presidente de Urdaibai, mientras recorría el espigón zumaiarra, ese angosto espacio ganado a la mar que parecía delimitar los problemas de su club en tierra pero también sus esperanzas de hallar un halo de vida en el agua. Y ahí, en el hábitat natural de las traineras, la Bou Bizkaia halló un banco de plancton con el que alimentar su ego.
De paso, Urdaibai ajustó en el agua cuentas de tierra firme con Pedreña, el club que -aunque no lo nombraron sí quedó señalado- habría cambiado en la asamblea previa el sentido del voto que habría apuntado la víspera. Fueron solo 44 centésimas. Una nada. Pero son todo un elixir de vida para Urdaibai, que intercaló otros dos botes delante de Kaiku. La Bizkaitarra perdió poco más de cinco segundos, pero fue quinta. Por delante de su proa se colaron San Juan, que no le fue mal bogar en la segunda tanda -cedió menos de dos segundos-, y Hondarribia, que apretó a la Bou Bizkaia en tres largos de muchos quilates y aún más vatios.
La tripulación de Bermeo, por tanto, se agarra a la liga fuera y dentro del agua, al pasar en un día de estar a once puntos de Kaiku a solo siete a falta de ocho regatas. En 2010, remontaron tras verse a seis puntos de Orio con siete citas por delante. Hay liga. Y Urdaibai no quiere soltarla aún.
La tanda de honor resultó trepidante. Incluso, desde el sorteo de calles. Por cuarta regata consecutiva, a Kaiku le tocó un extremo del campo -la calle uno, como en el Campeonato de Euskadi y Portugalete; en Getxo lo hizo por la cuatro-, y a Urdaibai, el andén contiguo. No hubo problemas, pero sí chispas, con Urdaibai, Hondarribia y Kaiku en menos de una trainera, mientras el GPS situaba también en el ajo a Pedreña y San Juan.
Al contrario que en 2010, Urdaibai no marca las diferencias desde el principio. Tras la txanpa inicial, Hondarribia se ajustó a su constante ritmo de crucero -35-36 paladas por minuto, tres menos que el resto-, y aguantó a los bermeotarras, con Kaiku y Astillero a un solo bote.
La incertidumbre se agudizó en el segundo largo, cuando apareció un leve viento del noreste que hasta entonces había pasado casi inadvertido. Era una ligera brisa, que incomodó un pelín más la siempre molesta ola lateral de Zumaia y descolgó a la San José XIV, que firmó el peor largo, a diez segundos de Pedreña y a ocho de sus vecinas de tanda. En la ciaboga, la Bizkaitarra no anduvo fina con el bote aplatanado con el que habían ganado en Pasaia y Getxo. Salió a tres segundos de Urdaibai, que tensó la cuerda en un tercer largo demoledor. Lur Uribarren no dio tregua a sus hombres, que tenían gas para ello. Hondarribia, agobiada bajo la soga txo, se resistió a la asfixia pese a contar con un solo remero de refresco, por cinco de Urdaibai. A 200 metros de la boya se situó a un solo segundo de los vizcainos, pero sin la lucidez suficiente para bordar la ciaboga, en la que la Ama Guadalupekoa retiró su candidatura a la bandera y se limitó a porfiar con Kaiku hasta el final.
Duelo de honor Pedreña-San Juan Cuando parecía que el triunfo vestía de azul, la Seve Ballesteros fue ganando nitidez en el foco del GPS. Con doscientos metros por delante y ya en la calle uno, donde marcaba la pequeña vaga, a Urdaibai solo le quedaba uno de los cuatro segundos de renta con los que había virado. Lur exigió a los suyos por encima de las 39 paladas, en un último esfuerzo por aferrarse a la vida en la liga, que era lo que estaba en juego. Y siguen respirando. De alivio.
En un duelo con San Juan digno de tanda de honor, las 44 centésimas de Pedreña se escaparon en cualquier detalle. El más significativo fue en el último largo. Las dos traineras ciabogaron al unísono, pero Pedreña (calle 2) enfiló pronto hacia la uno y se distanció un segundo. Casi a mitad de largo, con ese segundo inamovible, San Juan se acercó también a la uno. En cuanto se metió en ella, Borja Gómez -segundo mejor patrón ayer tras Asier Zurinaga, nuevo líder de la clasificación con un punto sobre Ioseba Amunarriz- devolvió su bote a la calle dos, lo que obligó al juez de mar a ordenar a Endika Pérez que llevara a San Juan a babor. El segundo de diferencia no se movió. Pero en el zig-zag se fueron más de esas 44 centésimas.
Por detrás, Tirán completó otra sobria regata, mientras Castro se descolgó desde el inicio, pero solo Zumaia pudo superarles desde la primera tanda. Los zumaiarras parecieron remar algo precipitados y a unos ritmos muy altos. Parecían ansiosos por agradar en casa y dedicar una buena actuación a Mikel Olasagasti, hijo de Luxia e inédito este año por culpa de dos hernias discales. De ahí la pancarta y las camisetas con la inscripción "Aupa Mikel".
La Telmo Deun ganó una tanda que perdió San Pedro en la segunda ciaboga, cuando era proa de regata con 2 segundos sobre Zumaia y Camargo, pero su proel -ayer Julen Fernández, de 22 años, pues Gabi Larrinaga fue el ankeko de babor- hincó pronto el espaldín y la boya quedó por estribor. Su rápida rectificación permitió a la Libia salir a solo 11 segundos de Zumaia, para remontar después a Orio, que necesita el mismo elixir que ayer dio vida a Urdaibai.