l os últimos días en el Alavés han sido de presentaciones. Director deportivo, entrenador y jugadores. Cada puesta de largo en la sala de prensa ha conllevado un discurso homogéneo que empieza a sonar a aquel manido "este futbolista ha nacido para jugar en el Real Madrid". En el caso albiazul, todos destacan, por este orden, la seriedad del proyecto, devolver al club donde le corresponde y la magnitud de la institución a la que llegan. "La más grande de la categoría", dicen. Esta grandeza viene marcada por la historia, la ciudad y el potencial albiazul. La primera instancia en la que se verá reflejada de cara a la temporada 2011-12 es en el precio de los abonos, los más caros de todo el Grupo II.
Ver el fútbol en la tribuna de Mendizorroza cuesta 325 euros, más de 130 por encima de la media del grupo, que se sitúa en 193 euros. El lateral de preferencia también se encuentra en el primer puesto. 275 euros, más de 120 superior a la media de esa grada, que está en 153 euros. Eibar y Salamanca, dos de los rivales del Alavés en su pelea por el ascenso, ocupan el segundo y tercer puesto respectivamente. 297 euros es el precio en la zona noble de Ipurua, mientras que en el Helmántico, el precio asciende a 262 euros. La entidad charra ha reducido sus precios en un 30% respecto a la temporada pasada, en la que el club castellano leonés perdió la categoría. En la división de plata, el Salamanca alcanzó los 5.700 socios, lejos de los alrededor de 7.000 que pagaron su cuota anual en el club vitoriano. En el extremo opuesto se encuentran dos recién ascendidos, el Arandina y el Amorebieta, cuyos carnets cuestan apenas 120 y 90 euros. El Real Unión, que el año pasado disputó la fase de ascenso, ha fijado sus precios en 130 euros.
Pese a tener el abono más caro en los laterales con una diferencia sustancial respecto al promedio, los precios se acercan a los estándares del grupo II en los fondos, lugar habitualmente ocupado en Mendizorroza por la gente joven y las peñas. El precio en Polideportivo y Cervantes es de 175 euros, ligeramente por encima de la media, que se sitúa en 150 euros. De la misma manera, el Alavés presenta la mayor diferencia entre los laterales y los fondos, ya que la brecha es de 150 euros, lo cual abre el abanico de posibilidades en función de lo que esté dispuesto a pagar el aficionado. El abono más caro detrás de las porterías es el del Eibar, que cuesta 209 euros.
Echando la vista hacia la Segunda División A, el Alavés se sitúa en la tribuna de preferencia por encima de varios equipos en lo que se refiere a la cuota anual. El Celta, otro histórico, ha fijado unos precios de 225 euros, 50 menos que en Mendizorroza. Otro campo en el que será más barato seguir la categoría de plata que la de bronce en Vitoria es en el del Guadalajara, cuyos abonos en la preferencia cuestan 255 euros. La campaña de socios del club castellano manchego presenta la característica particular de que, en base al número de abonados que se alcancen, se realizará un descuento establecido en tramos de 1.000 socios. Así, si el Guadalajara alcanza los 10.000 afiliados, el precio final quedará reducido a 100 euros. Un estrategia creativa en estos tiempos de crisis económica. La campaña de socios del Alavés, en cualquier caso, avanza con paso firme y el objetivo de acercarse a los 7.500 abonados parece factible. Y es que el equipo no sólo tiene los precios más elevados, sino también las miras.