Alpe d'Huez. Lejos de desmoralizarse, Alberto Contador sacó a relucir su espíritu ganador tras sus ataques en Alpe d'Huez, donde finalizó tercero en la mítica cima de las 21 curvas. "El año que viene volveré pero no para hacer cuarto o quinto, sino para ganar el Tour". "No me arrepiento de nada, he corrido como me gusta, he afrontado la etapa sin presión, solo para tratar de ganar. De haber ido en el grupo o de haber atacado únicamente en el último puerto, no tendría la misma satisfacción", aseguró el de Pinto.

Con la general perdida, el madrileño confesó que se lanzó a por la victoria parcial. "Hoy (por ayer) había que darlo todo, me he dicho que sea lo que Dios quiera. Me daba igual ser quinto que 24. Ha sido una pena no ganar aquí, pero todo lo que no fuera ganar la general me daba lo mismo", comentó Contador, quien se marcha "con un sabor de boca buenísimo", pese a reconocer que su objetivo era ganar el Tour.

"Me he divertido en la bicicleta, he corrido de forma diferente a otras veces en las que tenía que mirar cada segundo en la general. Me he dedicado a disfrutar y ha sido una pena no haber logrado la victoria de etapa", incidió el ciclista de Saxo Bank, quien desveló que la noche anterior, tras haber perdido todas sus opciones de llevarse el Tour, pensó en marcharse a casa, pero se marcó el reto de lograr una victoria en el Alpe d'Huez. "Funciono a base de motivaciones. Cuando estaba en la cama pensaba que iba a pasar un Tour sin pena ni gloria y me daban ganas de irme a casa. Por eso intenté algo. Sabía que o bien se rompía la carrera o me dejaban marcharme. Y se ha roto. Hubiera sido más sencillo atacar en el último puerto, pero eso seguro que no me hubiera dejado igual de satisfecho", relató Contador.

"Vine aquí a ganar, pero sabía que conseguir el doblete con el Giro iba a ser muy difícil. Es difícil afrontar el Tour con un calendario demasiado cargado. La carrera italiana me ha pasado factura", concretó el español, que ayer atacó en el Télégraphe y en el Alpe d'Huez, pero no pudo llevarse el gato al agua. "El primer puerto era muy largo, creo que me ha pasado factura al final. Llevo todo el Tour a contrapié, con los cortes, con la obligación de recuperar tiempo, las caídas, los problemas en la rodilla, los esfuerzos de todo el año...", desbrozó. Afirmó que corrió para dar espectáculo para toda la gente que le apoya y que cuando estaba escapado pensaba en sus paisanos de Pinto. Ahora, a su juicio, el Tour queda muy abierto. "A Andy le queda un minuto y ha demostrado que está muy fuerte", apostilló Contador, que ya piensa en el Tour 2012.