Vitoria. Dolorido, pero también tranquilo. Así se encuentra el alavés Javi Ruiz de Larrinaga tras la grave caída que sufrió el pasado domingo en la localidad alavesa de Heredia, cuando disputaba la prueba del Open de Euskadi BBT. El tricampeón fue trasladado de inmediato a un centro hospitalario donde, tras las pruebas pertinentes, se confirmaron las temidas fracturas de clavícula en su brazo derecho y la rotura de un dedo en la mano izquierda.
"La mejor solución para mí es la operación de la articulación para recomponer la fractura y así podré comenzar cuanto antes a preparar la temporada invernal", confesó Larrinaga. El ciclista está pendiente de los resultados del escáner para conocer en profundidad el alcance de la lesión. "Sigo a la espera de lo que le diga el médico. Aún así, considero que la operación es la mejor manera para recuperarme bien y lo más importante para mí en estos momentos".
Con independencia o no de ser intervenido quirúrgicamente, Ruiz de Larrinaga estima que deberá estar, al menos, un mes de baja para recuperarse de las lesiones. "No tengo prisa por recuperarme, sólo quiero curarme bien", añadió el alavés. Sin embargo, sus planes para el comienzo de la nueva temporada invernal sí cambiarán sustancialmente. Dado que esperaba seguir en activo durante el mes de julio y descansar a lo largo de agosto, ahora se verá obligado a modificar este plan de trabajo.
La caída se produce en un mal momento para el tricampeón, porque estaba realizando unas notables actuaciones. Así lo reflejan su cuarto y séptimo puesto en las pruebas del Trofeo Euskaldun de Salinas de Léniz y Murguia respectivamente. De este modo, el alavés ve frenada sustancialmente su progresión de resultados y preparación.