LONDRES. Tras levantar la placa que le reconoce como finalista de la 125 edición de Wimbledon, el mallorquín comenzó por felicitar a su rival por su victoria y por la "increíble temporada" que ha firmado en un año en el que sólo ha perdido un partido y ha ganado al español en cinco finales.

"Hoy fue imposible, jugué lo mejor que pude, como siempre, y volveré a intentarlo el próximo año", señaló Nadal.

"Wimbledon siempre ha sido el torneo más especial para mí, y estar aquí en la final de nuevo ha sido un sueño. Gané por primera vez en 2008 y recuerdo la fuerte emoción de aquel momento, así que me imagino cómo se debe estar sintiendo Novak en este momento", afirmó Nadal.

Las quejas del público obligaron a cambiar el micrófono con el que hablaba el mallorquín, con problemas de sonido, tras lo que el español agradeció su trabajo a la "organización del torneo" y a "todo el mundo que hace posible este campeonato", que le hacen sentir "siempre como si estuviera en casa", dijo el tenista.

"Gracias al público por hacerme sentir así cada vez que vengo aquí", agradeció el mallorquín.