sao paulo. El Santos brasileño se proclamó ayer campeón de su tercera Copa Libertadores con una victoria por 2-1 sobre el Peñarol uruguayo, en una final con sabor añejo que se decidió por el talento de dos juveniles como Neymar y Danilo. El brillante internacional brasileño Neymar abrió el camino de la victoria con un remate raso al inicio de la segunda mitad que sirvió para desmontar la defensa granítica del Peñarol, que no había sufrido fisuras hasta entonces, y Danilo finiquitó en un contraataque. El Peñarol redujo distancias en un remate en propia puerta de Durval, en un centro al área de Fabián Estoyanoff, que acababa de entrar en la cancha, pero este gol solitario fue insuficiente por el empate sin goles de la ida, jugada la semana pasada en Montevideo.
La primera mitad fue equilibrada y la formación aurinegra pudo mantener a raya al Santos, que solo consiguió hacer valer su técnica a partir del momento en el que Neymar rompió la igualdad al comienzo de la segunda parte, en esta reedición de la final de la Libertadores de 1962, en la que el Santos triunfó de la mano de Pelé. El Santos impuso un ritmo rápido desde el comienzo para intentar acorralar al Peñarol, pero la formación uruguaya estuvo firme en el centro del campo y logró frenar a los brasileños hasta que desfalleció. Con el triunfo del Santos, Brasil obtiene su segunda corona seguida de la Libertadores y acumula diez títulos y un total de 19 finalistas en las últimas veinte ediciones del torneo.