centrocampista del atlético de madrid

pamplona. A Juanfran le tumbó una apendicitis cuando estaba atravesando un gran momento en Osasuna -era el futbolista decisivo de ese tramo de la Liga- y las ganas por regresar a la actividad le ayudaron mucho para, después de pasar por el quirófano, estar listo mucho antes de cuando le anunciaron los médicos. "Recuerdo que a los doce o quince días empecé a correr después de la operación", comenta. "Creo que a las tres semanas, incluso un poco antes, ya pude jugar algunos minutos contra el Valladolid. A partir de la semana siguiente fue como si no hubiera pasado nada porque estuve entrenando con absoluta normalidad, incluso más fuerte y con más ganas".

Juanfran, ahora en las filas del Atlético de Madrid, rememora como las principales sensaciones unas mínimas molestias en la zona donde se le practicaron las incisiones. "Me retiraron pronto los puntos de la zona y la principal molestia que sentía era que me tiraba un poco en el lugar donde me habían hecho las heridas. No sentía muchos problemas más, solo los que te genera la inactividad de unos días de obligado descanso", comenta. "Los médicos me dijeron que lo normal era estar un mes sin jugar entre una cosa y otra, pero las ganas que tenía me hicieron olvidar los posibles problemas y aguantar los pequeños dolores".

Juanfran ya sabe que sus recuerdos y sensaciones tras el paso por el quirófano por la operación de apendicitis son reclamadas para enmarcar las penurias de Xala y la incidencia en un pelotari de una intervención de estas características. También le suena que el nombre del contendiente que le esperaba en la final al de Lekuine es Aimar Olaizola. "No sé cómo le puede afectar esta operación. A los futbolistas nos afecta este tipo de operaciones porque tiramos mucho del abdomen durante los lanzamientos a puerta, también en los cambios de ritmo. La zona se resiente en esos momentos, también cuando tienes que trabajar los abdominales en algún entrenamiento específico".

Juanfran reconoce que después de ser intervenido de apendicitis se puso en contacto con Raúl, el delantero del Real Madrid, que completó una prodigiosa recuperación que le permitió jugar un partido de Liga de Campeones 23 días después de ser intervenido. "Le llamé porque sabía que se había puesto a entrenar muy pronto y que había jugado sin problemas", explica. "Yo creo que las ganas y la voluntad ayudan mucho a superar las molestias siempre que todo haya ido bien".