Barcelona. El jugador del Barça y de la selección argentina Leo Messi negó ayer haber sido agredido en Rosario, su ciudad natal y donde está pasando unos días de vacaciones, por un aficionado del Central, y aseguró estar "perfectamente bien".
En un comunicado en su página web, la Pulga quiso tranquilizar a todos aquellos que se preocuparon por su salud y reiteró que no llegó a ser agredido por un joven que, a la salida de un restaurante, le increpó. Y es que el sudamericano, antes de irse al Barça, jugó en el gran rival de Rosario Central, el Newell's Old Boys. "Sale publicado en diferentes medios que recibí un manotazo en la salida de un restaurante de Rosario. Para la tranquilidad de todos aquellas personas que nos han preguntado la veracidad del asunto, decir que no he recibido ningún manotazo de nadie", explicó.
LAS QUEJAS DE MOURINHO Por otro lado, José Mourinho, entrenador del Real Madrid, afirmó ayer que tiene intención de acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) porque como ciudadano tiene derecho a su defensa.
Mourinho aseguró que siente que con él se ha cometido una injusticia pues, en su opinión, ha sido sancionado antes que juzgado. "He sido sancionado sin saber por qué. Es un caso único: ser denunciado, no saber por qué y, después de un mes, no tener derecho a defenderme ni a argumentar".
El entrenador portugués afirmó que se niega a olvidar, ya que ve la vida como "una calle de una sola dirección en la que solo se puede ir hacia adelante". Por ello afirmó: "Como ciudadano creo que tengo derecho a no olvidar y a ir a un tribunal con características democráticas. Por eso acudiré al TAS".