londres. El centrocampista internacional Paul Scholes, del Manchester United, anunció ayer su retirada del fútbol con efectos inmediatos. "Esta no es una decisión que haya tomado a la ligera, pero siento que este es el momento de dejar de jugar", señaló Scholes.
El centrocampista, de 36 años, formará parte del organigrama del club a partir de la próxima temporada. "No soy un hombre de muchas palabras, pero francamente puedo decir que jugar al fútbol ha sido todo lo que yo quería hacer. Haber tenido una carrera larga y exitosa en el Manchester United ha sido un gran honor", afirmó.
Modesto, tranquilo y firme en sus decisiones, Paul Scholes es uno de los fieles servidores del Manchester salidos de aquella famosa Clase del '92. El medio era el sueño de Ferguson, técnico del primer equipo desde 1986, ocho antes de que el jugador debutara en la máxima categoría del fútbol inglés. Lo vio destacar en la Academia con 19 años y lo quiso para él.
Con pocas palabras y muchos resultados, Paul Scholes se ha ganado la admiración de aficionados y rivales durante las diecisiete temporadas de trabajo en el primer plantel del Manchester United. Su paso inadvertido por la escena pública y su alergia a los flashes no han evitado que fuera uno de los más deseados. Prueba de ello fue el dramatismo con el que se recibió la noticia de su retirada internacional tras la Eurocopa de Portugal, en 2004, a los 29 años.
Siempre ha sido el héroe sin pretensiones, aunque no sin aspiraciones. Si tantos años se ha mantenido vinculado a Old Trafford no ha sido por falta de ambición, sino porque ese club, el que lleva en la sangre, no le ha fallado en resultados. Con él ha alzado diez títulos de Liga (1996, 1997, 1999, 2000, 2001, 2003, 2007, 2008, 2009, 2011), tres Copas de Inglaterra (1996, 1999, 2004), dos Copas de la Liga (2009, 2010) y dos Copas de Europa, en 1999 y 2008.