colonia. Iker Romero se marcha del Barcelona a lo grande. El lateral vitoriano, que la próxima temporada militará en el balonmano alemán, conquistó ayer su segunda Copa de Europa ataviado con los colores del conjunto catalán, al que ha dedicado en cuerpo y alma sus once últimos años. Tras la conquista anterior de la Liga Asobal, este título supone un nuevo hito en la historia del jugador alavés, que no marcó ningún gol.

El FC Barcelona se proclamó campeón de Europa tras vencer de manera brillante al Ciudad Real (27-24) en la final disputada en Colonia, y se convierte en el rey de la máxima competición continental con ocho títulos. Los catalanes derrotaron con mayor claridad de la que indica el resultado final a los manchegos. En todo momento supieron superar la defensa del Ciudad Real y desactivar su juego en ataque. Mención especial merece el portero serbio Daniel Saric, el mejor jugador de la final y clave en la victoria de los culés.

Si a alguien hay que agradecerle el triunfo en la Final Four, por encima de la gran actuación colectiva, es a Saric. Sus 21 paradas acabaron desquiciando a los jugadores del Ciudad Real, incapaces de superarlo. Sus paradas fueron muy importantes para conseguir la brecha decisiva en el marcador y para evitar los intentos de reacción de los hombres de Talant Dujshebaev.

El cuadro de Pascual fue mejor en todo momento. A Saric se le sumó en ataque el pivote danés Noddesbo, infalible desde los seis metros. Sus movimientos, indescifrables para Dinart y Morros, creaban muchos problemas a la defensa manchega, incapaz de repetir la buena actuación de las semifinal contra el Hamburgo. El FC Barcelona suma con ésta su octava Copa de Europa, título que no conseguía desde el año 2005, precisamente ante su adversario de ayer.