Vitoria. El alpinista vitoriano Juanito Oiarzabal inició ayer el viaje de retorno desde Nepal a Bilbao, vía aérea, donde está previsto que llegue a primera hora de la mañana de hoy. Posteriormente se desplazará en coche hasta la capital alavesa, donde comenzará su descanso después de una última expedición que, tras su exitosa cumbre en el Lhotse, se plagó de complicaciones en el tramo final del descenso hacia el campo base, cuando parecía que ya había superado el peor tramo de la bajada de dicho ochomil.
El vitoriano ha estado ingresado cuatro días en un hospital de Katmandú recuperándose de una deshidratación extrema que sufrió tras coronar el pasado sábado la cima del Lhotse. En el descenso, Oiarzabal tuvo que ser ayudado por la expedición de Edurne Pasaban que lo llevó en camilla al campo base y después fue evacuado en helicóptero hasta el complejo hospitalario de la capital nepalí.
Oiarzabal se ha sometido a diferentes controles médicos para comprobar su estado de salud a lo largo de los últimos días, en los que ha estado recuperándose de la deshidratación extrema que sufrió en el último tramo del descenso del Lhotse. Ahora los médicos ya le han autorizado a emprender el viaje de vuelta a su domicilio.
El alpinista vasco coronó los 8.516 metros de la quinta montaña más alta del mundo y logró su vigésimo quinto ocho mil dentro de su proyecto de repetir las ascensiones a las catorce cimas más altas del planeta. Oiarzabal decidirá a partir de ahora si se encuentra en condiciones de afrontar la expedición al Nanga Parbat que debe comenzar a primeros de junio.