pamplona. La escalada de Mikel Idoate concluyó ayer en el Labrit. El chantreano merodeó la sorpresa en las semifinales del Manomanista, pero Xala acabó con su sueño. El lapurtarra selló su clasificación para la que será su tercera final de la modalidad, mientras que Idoate cerró su brillante debut en la competición con una actuación más que solvente y lágrimas en los ojos por la oportunidad perdida y por la merecida ovación que le tributó la grada del frontón pamplonés.

Tres tantos separaron a Idoate de la final del mano a mano. Una diferencia que pudo ser menor si el chantreano hubiera acertado con el gancho que se estrelló en la chapa cuando cedía por 21-19 y había conseguido poner nervioso a su rival. Xala dispuso de una renta máxima de ocho tantos -hasta en tres ocasiones, en el 13-5, el 18-10 y el 19-11-, pero el final del encuentro se le hizo eterno. Por culpa de un rival que le apretó las tuercas hasta límites insospechados y por la del ambiente extremadamente húmedo que se respiró ayer en un Labrit en el que se superaron con holgura los 30 grados de temperatura.

Idoate murió matando. No le quedó otra opción cuando se vio por debajo en el marcador y con la eliminatoria prácticamente perdida. Pero sería injusto obviar las buenas prestaciones que ofreció ayer su oponente, un Xala que evidenció haber preparado el choque a conciencia. Para empezar, los tres tantos de saque que se apuntó los consiguió buscando la mano derecha de Idoate, la menos buena del chantreano; para continuar, aplicó a la perfección el saque-remate en cuanto tuvo ocasión; y para terminar, castigó con su pegada a un rival que se defendió como gato panza arriba, pero que claudicó con los pelotazos más violentos y bombeados del lekuindarra. Su veteranía también le sirvió para frenar la impulsividad de un rival que exhibió una excepcional condición física.

Tras una primera toma de contacto con el frontón y la eliminatoria, una fase con varios errores por parte de los dos protagonistas de la semifinal y en la que nadie consiguió ventajas significativas (6-5), Xala se dio un impulso importante. Encadenó siete tantos de forma consecutiva (13-5). Uno con el disparo inicial y otros dos con el saque-remate. El resto los tuvo que sudar. Incluso en uno de ellos, el décimo en su cuenta particular, llegó por una dejada de Idoate que acabó bajo la chapa con Xala fundido en la contracancha.

Parecía rota la semifinal, pero el pamplonés no se rindió. Redujo distancias (14-10), pero Xala cortó el ritmo: con descansos -el lapurtarra apuró los cinco de que dispone cada pelotari- y juego. Volvió a alcanzar su renta máxima (18-10), pero Idoate insistió de nuevo en no rendirse. Se llevó el tanto más disputado y aplaudido de la tarde -la grada del Labrit se lo agradeció puesta en pie de manera espontánea- con una dejada en el ancho con la mano derecha, pero Xala respondió (19-11). Fue el preámbulo de la apoteosis. Idoate quiso remontar un 21-16 adverso y estuvo cerca de conseguirlo. Se acercó (21-19) y puso nervioso a su rival, pero su último gancho se estrelló en la chapa. Xala respiró e Idoate lloró por la oportunidad perdida.

Duración 55:22 minutos.

Saques 3 de Xala (tantos 6, 8 y 17) y 5 de Idoate (tantos 5, 8, 9, 15 y 16).

Pelotazos 237.

Tantos en juego 12 de Xala y 6 de Idoate.

Errores 8 de Xala y 7 de Idoate.

Marcador 2-0, 2-2, 2-3, 3-3, 6-3, 6-5, 13-5, 13-9, 14-9, 14-10, 18-10, 18-11, 19-11, 19-16, 21-16, 21-19 y 22-19.

Incidencias Partido correspondiente a las semifinales del Manomanista de la LEP.M disputado en el frontón Labrit de Pamplona, que merodeó el lleno con casi 900 espectadores en sus gradas. De salida se cantaron posturas de doble a sencillo favorables a Xala. Ejercieron de botilleros Aitor Zubieta (con Xala) e Ignacio Martiarena (con Idoate).