los ángeles. Alerta roja en el Staples Center. El vigente campeón se tambalea. Los Dallas Mavericks dejaron en coma al equipo de Phil Jackson tras una noche aciaga en el tiro (2/20 en triples) y su absoluta incapacidad para reaccionar cuando más lo necesitaban. El triunfo de Nowitzki, Kidd y compañía por 81-93, que coloca un 0-2 a su favor en la eliminatoria, puebla de minas un terreno en el que ya han empezado a surgir las críticas. Como ocurriera el pasado lunes, el jugador alemán se convirtió en el gran ejecutor de los tejanos con 24 puntos y siete rebotes, ayudado por Shawn Marion. Por parte de los Lakers destacó Kobe Bryant, con 23 puntos, mientras que Gasol evidenció su irregular momento de juego con 13 puntos y 10 rebotes.

El primer cuarto fue de más a menos. De la perfecta distribución de balón en el ataque de los Lakers y el inicio igualmente inspirado de Dallas, que contó con la inesperada ayuda de DeShawn Stevenson con dos triples, se pasó a la anarquía y las imprecisiones de los locales y el protagonismo de Nowitzki por parte de los Mavs. La contundencia de Tyson Chandler y la entrada en cancha de Lamar Odom, que dio algo de alegría a los californianos, fueron las notas positivas de unos minutos en los que finalmente los angelinos decidieron volcar el ataque en sus torres mientras el alemán mantenía por encima a los suyos (20-28 al comienzo del segundo cuarto). En esas apareció Bryant para liderar una reacción (40-37) que se produjo a ambos lados de la cancha.

La defensa subió varios enteros y un parcial de 10-0 devolvió la confianza a los angelinos, aunque Nowitzki, aprovechando el marcaje de Ron Artest, a quien supera en varios centímetros, dejó las cosas a favor de Dallas al descanso (49-51) con suspensiones marca de la casa. Pero a parir de la segunda mitad el duelo se convirtió en un mano a mano entre Bryant y Nowitzki, que di un giro importante al partido justo en los últimos compases del tercer periodo (60-68). La renta siguió en aumento para los Mavericks tras un triple de Jason Terry y dos tiros libres de José Barea (65-75). En ese instante, los Lakers estaban ya muertos. Los angelinos dejaron que Nowitzki hurgara aún más en la herida mientras el Staples Center les abucheaba.

"No es momento de reproches sino de ayudar. Si nos reprochamos cosas ahora, estamos muertos. Confío en este equipo, en los jugadores y en los técnicos. Vamos a ver si nos relajamos un poco y logramos hacer nuestro juego. Tenemos que apoyarnos los unos a los otros y evitar que no haya situaciones de desesperación, como hoy", explicaba Pau Gasol tras el partido. El campeón de la NBA está contra las cuerdas.

ganan los bulls Por su parte, esta vez sí, la figura de Derrick Rose se hizo sentir en el juego individual y de equipo para que los Chicago Bulls venciesen por 86-73 a los Atlanta Hawks en el segundo partido de las semifinales de la Conferencia Este, que dejan empatada a 1-1. El MVP, que siempre tuvo control del partido, acabó con 25 puntos y 10 asistencias.