bilbao. Ha muerto un superhombre. Un alpinista que con medio litro de agua era capaz de aguantar 24 horas de subida en el más exigente de los escenarios, en el mayor de los desafíos para el hombre, allá donde lo vertical crece más de 8.000 metros.

Un montañero que en sólo 31 horas hizo cumbre en el Everest en estilo alpino y sin oxígeno. El tercer hombre de la Tierra que completó los catorce ochomiles del planeta. Erhard Loretan (Friburgo, Suiza, 28 de abril de 1959) murió el pasado jueves mientras guiaba a una cliente en la arista somital del Grünhorn (4.043 metros), en Los Alpes de Berna, el día de su 52 cumpleaños.

El accidente tuvo lugar a unos 3.800 metros y por razones desconocidas se produjo una caída de 200 metros hacia la cara noroeste. El resbalón fue visto por otros alpinistas que llamaron a los grupos de rescate. Loretan ya había fallecido cuando llegaron al lugar, pero pudieron evacuar a su cliente, una suiza de 38 años, a un hospital, donde permanece en estado grave.

Muere en la montaña un hombre que creció ligado a ella -con once años comenzó a escalar- y que dejó una huella imborrable. Por purista, por desafiante, por pionero. "¿Qué puede provocar más entusiasmo en un joven que descubrir una pasión que le llenará durante toda su existencia? ¿Acaso ser alpinista no es la mejor forma de aproximarse al cielo tanto físicamente como espiritualmente? He tomado la decisión de vivir intensamente, tuteando al riesgo. Me preguntan constantemente por qué escalo, la respuesta se halla en las fotografías que he tomado, ellas abren una ventana sobre... mis vivencias", escribió en uno de sus muchos libros.

Su filosofía siempre fue ir rápido y ligero, y haciendo honor a ella logró conquistar los catorce ochomiles en ocho años. No le gustaba encordarse, y prefería las ascensiones rápidas que disminuyen los riesgos ligados a la altura. Así, diseñó un capítulo brillante, superlativo, en el alpinismo al escalar el techo del mundo en solo 31 horas (30-8-1986). Fue con su inseparable Jean Troilet en estilo alpino y sin oxígeno. Partieron cuando el día se apagaba, escalaron toda la noche, y cuando se hizo la luz descansaron. A la noche siguiente, continuaron hasta la cima. Y tres horas y 20 minutos después de alcanzarla, prodigioso tiempo, estaban otra vez en el campo base tras descender patinando con la culera desde la cima hasta el campo base todo el corredor de 2.800 metros de desnivel. Esta proeza valía, según Reinhold Messner, el primer hombre que coronó todos los colosos de la Tierra, más que un puñado de ochomiles.

Loretan fue siempre fiel al estilo ligero y alpino, y uno de los primeros en criticar el uso de oxígeno: "Soy un extremista en este aspecto"; las cuerdas fijas: "Es una pena poner cuerdas fijas en el Everest"; y la colección de los catorce ochomiles: "Si se quiere entrar en esta dinámica habría que hacerlo estableciendo varias categorías: los que llevan oxígeno y los que no. A mí esto no me interesó en absoluto, nunca he querido coleccionar los catorce hasta el 94: tenía 12 y quería cerrar un capítulo. Sí, yo también caí en la trampa". Fue en 1995 cuando completó el círculo, la "trampa". Y a día de hoy es uno de los 22 hombres con los catorce ochomiles.

En aquel momento fue el tercero que lo lograba después de Reinhold Messner y Jerzy Kukuczca. Su primera cima en una montaña superior a 8.000 metros fue el Nanga Parbat en 1982 y el último, el Kangchenjunga ocho años después cuando el mundo fijaba sus ojos en la carrera por ver quién era el hombre que ocupaba el último cajón del podio del mayor reto del himalayismo. Loretan consumaba los catorce y su contrincante Benoît Chamoux fallecía en el Kangchenjunga -su decimotercer ochomil, puesto que el Shisha Pangma no se le reconoce-.

En 1996 había escalado 22 ochomiles, 14 principales y 8 secundarias. Y es que después de escalar los catorce ochomiles, Erhard realizó otras escaladas en picos de altitud inferior. No aceptó el proyecto de escalar los catorce en un año aunque le ofrecieron "mucho, mucho dinero": "La idea de hacer montaña solo por dinero no me interesa: quien va por dinero no vive mucho tiempo. Prefiero hacer trabajos verticales, carpintería o, lo mejor, trabajar como guía". Actualmente, Loretan era carpintero ebanista y guía de montaña: "Es un oficio extraordinario, la gente viene con sus sueños y yo les ayudo a realizarlos".

el síndrome del niño sacudido La vida de Erhard se vio afectada por la tragedia cuando en 2001 su hijo falleció debido al síndrome del niño sacudido. Crispado por el llanto de su bebé, Loretan agarró al crío de los hombros y lo zarandeó para cortarle el berrinche. La reprimenda, que duró unos segundos, tuvo unas consecuencias dramáticas. Las lágrimas del pequeño Ewan, de siete meses, dejaron de brotar y su respiración se volvió entrecortada. Nada pudieron hacer por él. Veintidós horas después, moría en un hospital de Berna. Él fue condenado a cuatro meses de prisión en febrero de 2003.

Primer plano de Loretan. Foto: dna

sus 14 'ochomiles'

Nanga Parbat10-6-1982

Gasherbrum II15-6-1983

Gasherbrum 23-6-1983

Broad Peak30-6-1983

Manaslu30-4-1984

Annapurna24-10-1984

K-26-7-1985

Dhaulagiri8-12-1985

Everest30-8-1986

Cho Oyu21-9-1990

Makalu2-10-1991

Lhotse1-10-1994

Shisha Pangma29-4-1995

Kangchenjunga5-10-1995

Loretan se resbaló, cayó 200 metros y murió al instante; su cliente se encuentra grave

El prestigioso alpinista suizo escaló el Everest en 31 horas en estilo alpino y sin oxígeno