vitoria. Uno de los grandes cocos de la NBA se tambalea y, por ende, Tiago Splitter se halla a punto de consumir con más pena que gloria su primera temporada en la mejor competición del mundo. Los Spurs de San Antonio, un equipo algo entrado en años y falto de savia fresca, coquetea con una sorpresiva eliminación en los cuartos de final de la Conferencia Oeste. Una nueva derrota hoy ante los Grizzlies, que dominan la serie en la actualidad por un plácido 3-1 tras su aplastante victoria de la pasada madrugada (104-86) en el FedExForum de Memphis, le arrastraría hacia una decepción monumental.

Tras una fase regular en la que ha pagado la novatada y sido víctima de la escasa confianza del técnico Gregg Popovic, Splitter tiene al menos el triste consuelo de que empieza a dejarse sentir frente a los mejores jugadores del planeta. Sin ir más lejos, en el último choque disputó casi 22 minutos con unos números más que aceptables (10 puntos y 9 rebotes). El poste brasileño va de menos a más en su primera incursión al otro lado del Atlántico, ya que su protagonismo durante los sesenta encuentros de la fase regular fue testimonial con apenas 12 minutos de media.

Ahora, en cambio, su confianza ha subido muchos enteros y, si bien todavía no sale dentro del quinteto titular, se consolida partido tras partido como un recambio de calidad para los veteranos Tim Duncan y Antonio McDyess.

El de Joinville firmó el pasado verano un contrato de tres años con la franquicia texana, que apostó fuerte por el pívot más desequilibrante del Viejo Continente, un baluarte indispensable en el tercer entorchado liguero del Caja Laboral. A priori, se daban todos los ingredientes para que el exbaskonista triunfara en un equipo europeizado con la presencia de hombres como Tony Parker y Manu Ginobili, pero de momento su deseo se ha quedado en agua de borrajas. Igual que sucedió en su día con otro icono del Buesa Arena como Luis Scola, se espera que a partir de la próxima temporada su impacto sea mucho mayor una vez aclimatado a su equipo y al torneo.