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ajeno a la final del Campeonato de Parejas, sin preocuparse sobre quiénes iban a medir sus fuerzas en el coloso bilbaíno, el barrio de Miribilla amaneció tranquilo, como si la fiesta, la histórica fiesta por tratarse del la primera final del Parejas que se disputaba en Bilbao no fuese con ellos. Lejos de preocuparse por la baja de Abel Barriola y toda la polémica suscitada a lo largo de la semana, los vecinos del barrio bilbaíno tienen otros quebraderos de cabeza, dónde llevar a sus hijos al colegio.

"No nos importa el frontón, tenemos otras preocupaciones", esas eran las palabras de las decenas de personas que se manifestaron a las puertas del Bizkaia, del nuevo coloso vizcaíno. Sin un colegio en el que poder llevar a sus hijos, sin un ambulatorio en el cual poder ser atendidos, los vecinos de Miribilla, cacerolas en mano y con silbatos, decidieron mostrar su malestar con la situación del barrio. Los niños, los más afectados por la falta de centros de estudio, mientras sus padres portaban pancartas, sin conciencia de lo que sucedía, pintaban el suelo con tizas.

A pocos metros del frontón, en uno de los parques, Gonzalo Madrazo disfrutaba de la tarde acompañado por sus dos hijos. Ajeno a las protestas de sus vecinos, el hombre se muestra contento con el nuevo edificio: "El frontón le va a dar mucha vida a Miribilla. Ya teníamos la cancha de baloncesto y esto. Me parece fantástico". Sorprendido con la gran afluencia de gente, Madrazo se mostró contento por los establecimientos hosteleros del barrio.

Los bares mostraban una imagen sensacional. Repleto de gente llegada desde distintos puntos Hegoalde y de Iparralde, el Bil-Bos, próximo al frontón, no paró su actividad hasta instantes antes del comienzo de la final. Raúl, el dueño, estaba muy contento por cómo estaba siendo la jornada. "No hemos parado de trabajar en ningún momento. Ha venido muchísima gente, más de la esperada, pero no nos podemos quejar, las cosas van muy bien", reconocía.

En su interior, muchas eran las personas de Iparralde que esperaban disfrutar de una victoria de Yves Xala. Incluso algunos amigos de Sebástien Gonzalez, como Jacques, que había llegado desd Sara, cambiaron sus colores para apoyar al delantero de Lekuine. "Como representante de Iparralde, espero que que gane Xala, aunque me hubiese gustado ver una final entre los dos".

Una vez llegada la hora de la tan esperada final, la fiesta de fuera se trasladó al interior del frontón Bizkaia. Con los cuatro pelotaris como actores principales, las gradas lucieron sus mejores galas.