zalla. Corría el año 2000, primavera en Euskadi. Mes de abril. Un abril lluvioso. Andreas Klöden hacía estallar la banca en las apuestas de la Vuelta al País Vasco. "No me veía ganador". En su lánguido cuerpo se intuía un corredor todoterreno, un tipo amoldable por su edad, un sucesor de Jan Ullrich, la bestia, porque escalaba como ochomilista, porque combatía contra el crono como el presente y, evidentemente, por ser germano. Pero el joven, chico obediente, incluso condenado, a juzgar por su trayectoria, se enmarcaba en la sombra, en el rebufo, aunque irónicamente siempre ha sido quien abre camino cuando pica hacia el cielo. Una locomotora. "Mi principal objetivo sigue siendo prestar ayuda a Ullrich". Una declaración que nunca le abandonaría, porque después del magnífico Der Kaiser fueron pasando Armstrong, Vinokourov, Contador... Todos los totems del ciclismo moderno. Y él, de escudero.

Tocado el año 2011, jubilados la mayoría de los anteriores, escociendo a la solana en pleno abril, ha dado un paso al frente -atrás en ciclismo, a las espaldas del gregario-. Once años después, en el mismo escenario, ha vuelto a ganar.

El recorrido de la contrarreloj, donde se ha decidido la Vuelta al País Vasco, le venía bien.

Primero quiero dar las gracias todo el equipo porque ha hecho un trabajo excepcional. Una muy buena gestión, hemos estado fuertes y organizados. Para la crono sabía que me venían muy bien las dos subidas. Era perfecta para mí. Jose (Azevedo) le iba indicando los tiempos intermedios y he podido fiarme de Toni Martin. En la segunda subida solo llevaba 6 segundos de retraso con respecto a Toni y con eso ya estaba muy contento. En la bajada no he asumido riesgos porque era muy rápida con viento de costado. No he sido tan fuerte como Toni pero estoy muy contento conmigo mismo.

Ha hecho mucho calor.

Toda la semana ha hecho mucho calor. Para el País Vasco pienso que no es normal. Recuerdo hace cinco años, que vi nevar sobre mis brazos. Además, hace unos días estaba entrenando en casa con quince o dieciséis grados. Ha sido un cambio demasiado brusco, aunque, la verdad, prefiero este calor, sobre todo, para una crono corta como la de ayer. También me he visto favorecido por la carretera, que era buena y sin peligros. Por ello quiero dar las gracias y la enhorabuena a la organización.

Realmente lo ha pasado mal en algún momento de la Vuelta o ha ganado teniendo reservas. Daba la sensación de lo segundo.

El primer día era normal, no hacía calor, pero el segundo pasó a hacer mucho. Subieron las temperaturas y a partir de ahí se me empezó a hacer más duro. Pero mi baza ha sido que todos los demás han sufrido ese mismo calor. Al final me he ido acostumbrando y para la crono ha hecho buena temperatura y eran solo 24 kilómetros. Muy bien.

¿Le ha resultado más complicado ganar ahora o hace once años?

Hace once años no fue fácil, pero nadie me conocía, no era una cara conocida en el pelotón. Me acuerdo que entonces Jalabert hizo un gran trabajo y no era el mismo contexto. Este año me ha resultado más difícil porque todo el mundo me conocía y, además, venía de hacer un buen papel en la París-Niza y en el Criterium Internacional, por lo que sabían de mi estado de forma. Además, para la Vuelta al País Vasco temía los ataques de Samuel Sánchez, que es un fantástico corredor y le venían bien las subidas. He intentado aguantar toda la semana, porque sabía que tenía buenas piernas, a pesar de me van mejor las subidas largas y regulares.

Ha corrido con Armstrong, Contador, Ullrich, Vinokourov? ¿Quién es el que más le ha impresionado?

He corrido con muchos buenos corredores y les tengo respeto a todos ellos, pero siento admiración y respeto por todo el pelotón. Intento pasar desapercibido, no llamar la atención. He trabajado con esos y con muchos más, pero a nivel personal estoy contento porque con mis 35 años, si eres un buen chico, te cuidas y entrenas bien, puedes ganar carreras como estas. Y mira a Horner, que ha demostrado que por qué no correr con 40.

¿No lamenta haber buscado a lo largo de su carrera deportiva algún equipo en el que trabajaran para usted para ganar más?

Aquel año también gané la París-Niza, comencé la temporada muy pronto y entrenando muy fuerte. Después, en el Tour de Francia no me fue bien. Cuando entrenas demasiado y fuerte al principio, a mitad de temporada llegas demasiado cansado. Ha ce dos años estaba muy motivada para el Tour de Francia e hice sexto. Pero tal vez entrené demasiado y rápido en invierno y me quemé demasiado. Este invierno he entrenado bien, pero no mucho. Ahora intentaré tener tres semanas de corte para recuperar y estar en condiciones para el Tour de Francia.

Está siendo una gran temporada para usted, ¿sin Armstrong goza de más libertad?

Pienso que no es cuestión de que esté Lance. Siempre estoy motivado e intento hacerlo lo mejor que puedo. En Murcia y antes de llegar aquí estuve enfermo y no estaba al 100% y para carreras como las del País vasco hay que estar muy bien, porque hay corredores muy buenos que también lo preparan. En ocasiones, a pesar de que hagas las cosas bien, hay otros factores que entran en cuenta.

¿Las clásicas serán su objetivo?

Hace diez años sí, pero este año no es un objetivo. Lieja está cerca, pero se me hace muy larga en cuanto a kilómetros, es muy difícil. Ahora me tomaré diez días de descanso y luego viajaré con el equipo al Giro del Trentino, para más adelante descansar, aunque no sé si iré a California.