vitoria. Las federaciones nacionales suelen estar siempre un tanto alejadas de la realidad que azota el día a día de los equipos más modestos. Todo es siempre mucho más sencillo visto desde un despacho de Madrid. Pero, a kilómetros de distancia, los clubes de la Liga EBA sobreviven como pueden para sacar adelante los desplazamientos, las fichas de los jugadores o el desembolso de la simple pero siempre exigente burocracia. Sin ir más lejos, el rival del Aurteneche en estos play off está pensando seriamente si, en caso de quedarse por el camino a manos de los vitorianos, renuncia la próxima temporada a jugar de nuevo en la EBA.

Hace unos días, el presidente del Carballo Basket, Diego Vázquez, se mostró dispuesto a sacrificar al primer equipo en beneficio de una estructura de cantera y escuelas que a día de hoy cuenta con más de diez equipos. Un desfase de 30.000 euros tienen la culpa. Por eso, cuando la Federación Española instó a los seis equipos que jugarán la fase de ascenso a disputar un triangular únicamente para dirimir el orden en el que se adentrarán en la segunda fase de los play off -en función de ser primero, segundo o tercero quedarían emparejados en un grupo u otro- los clubes mostraron su absoluto rechazo a un método que conllevaría aún más gastos de desplazamiento. Para contrarrestar la propuesta, Iñaki Merino explica que "se llegó a un acuerdo de que no se jugara ese triangular y los puestos se decidieran en función del coeficiente de victorias en Liga de cada uno, y el nuestro nos permitirá pasar como primeros de grupo a la siguiente eliminatoria en caso de que ganemos al Carballo". "Ningún equipo quería asumir un gasto más", admite el entrenador del Araberri. Cabeza de ratón en la Liga EBA, ascender implicaría transmutarse en cola de león dentro del baloncesto profesional. La LEB Plata, tercera categoría del basket estatal, implica un salto cualitativo y, sobre todo, cuantitativo. Dinero, infraestructura, patrocinadores... Todo tendría que crecer exponencialmente. Para los jugadores, que en su gran mayoría compaginan sus respectivos trabajos con los entrenamientos, sería un bendito problema. Para los directivos, un quebradero de cabeza y un reto en los despachos a partes iguales.

la problemática del ascenso De hecho, para poder afrontar los gastos de estos play off el Araberri ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento -la Diputación es otro de los grandes apoyos- para sufragar parte del elevado coste que suponen los viajes. Una realidad que será el pan de cada día en caso de subir a la LEB Plata. "Ascender sería como cuando vas a al guerra pero no conoces nada de ella. No sabemos qué nos podríamos encontrar, e incluso ahora hay algunos rumores que dicen que es posible que se reestructure la categoría porque no está resultando viable ni económicamente ni en cuanto a repercusión", asegura Santi Abad, presidente de la entidad. "El club no está preparado para subir de categoría cada dos años. Todo dependerá de las ganas, las ayudas que tengamos, poder mantener el bloque... Habría que tomar decisiones, pero es demasiado pronto para pensar en eso", zanja Abad en una palabras que los jugadores refrendan. Lo primero es lo primero. "Todavía no queremos pensar en el año que viene, pero es verdad que la LEB Plata es una categoría profesional al cien por cien, y aquí muchos compaginamos nuestro trabajo con el equipo. La meta al principio de la temporada no era ascender, pero una vez que estás aquí queremos lograrlo. Luego, ya veremos", asume sincero el capitán, Ander Ortiz de Pinedo. Por el momento, el único objetivo del Aurteneche pasa por regresar hoy a Vitoria con un triunfo en el maletero.