Gesto al cielo de Samuel Sánchez al cruzar la línea de meta en la cima de El Puy. Tras él, Kolobnev. Foto: P. Cascante

El campeón en Pekín 2008 fue el más fuerte en la ascensión a El Puy, de nuevo decisiva

El Leopard de los Schleck trabajó sin éxito para Wegmann, vencedor en 2006 y 2008, que solo pudo ser tercero

ESTELLA. El campeón olímpico Samuel Sánchez, del Euskaltel Euskadi, se impuso ayer en el 13º Gran Premio Miguel Indurain, de 179,3 kilómetros, con salida en la plaza de los Fueros de Estella y llegada en el alto de El Puy, que una vez más fue decisivo en el desenlace de la prueba.

El ciclista asturiano fue el más fuerte en esa ascensión final, y abrió el hueco suficiente ante el segundo clasificado, Alexander Kolobnev (Katusha), como para poder recrearse en la celebración de su victoria. El ruso llegó a 2 segundos y el alemán Fabian Wegmann (Leopard), que fue tercero, a 7, lo que demuestra la potencia que Samuel Sánchez exhibió en el último kilómetro. El GP Indurain 2011, con el mismo perfil que el año pasado, se caracterizó por el gran ritmo del pelotón, que protagonizó una clásica rápida.

Los corredores presentaron batalla desde el comienzo, con el Caja Rural ansioso por ser protagonista de la carrera, pero el Leopard Trek, el conjunto de los hermanos Schleck, Andy y Frank, se erigió en controlador de la carrera, con la intención de llevar hasta el pie de El Puy a su principal baza, Fabian Wegmann, jefe de filas ocasional merced a sus victorias en el Puy en las ediciones de 2006 y 2008.

En la primera parte de la carrera, se formó un grupo de 14 escapados, entre los que se encontraba el propio Andy Schleck. Sin embargo, los más destacados de la clásica fueron Pablo Lastras (Movistar), Amets Txurruca (Euskaltel-Euskadi) y David Belda (Burgos 2016), quienes marcharon escapados durante muchos kilómetros. Este trío de corredores llegó a disponer de 4 minutos y 45 segundos de ventaja respecto al pelotón, controlado por un Leopard Trek que cumplió su misión con Wegmann al acabar con la fuga a escasos kilómetros para el final en el Puy.

En la llegada al alto, Samuel Sánchez exhibió su fortaleza. El ovetense no pareció acusar el mucho calor (unos 25 grados) que tuvieron que padecer ayer los corredores e impuso su ley en la meta.