vitoria. Que la Vuelta al País Vasco se mantenga en el calendario con la que está cayendo, ya es meritorio, aunque parezca que sobrevive instalada en el lujo por pura inercia y por la entidad de los aspirantes a llevarla a su palmarés. En la próxima edición, salvada nuevamente por el patrocinio institucional del Gobierno Vasco, la carrera contará con seis de sus siete ganadores en activo: Cuesta (1998), Klöden (2000), Menchov (2004), Di Luca (2005), Cobo (2007) y Horner (2010). Solo faltará Contador, que ya piensa en el Giro de Italia. A tenor de las últimas referencias, los hombres del RadioShack presentan mayores credenciales.

No lo tendrán fácil ante ciclistas también en forma como Tony Martin, Gesink, Basso, Samuel Sánchez, Leipheimer -si no le han mermado los problemas estomacales que le llevaron a abandonar la Volta- o Frank Schleck, a quien le penaliza la crono.

La lista de ilustres, repartidos entre los 18 equipos ProTour más el Geox-TMC y el Caja Rural -no así el Andalucía-CajaGranada-, se extiende a Rogers, Zubeldia, Vandevelde, Daniel Martin, Hesjedal, Luis León, Peraud, Porte, Urán, Van den Broeck, Vinokourov, Cunego y Andy Schleck, aunque estos tres últimos podrían pensar en buscar una etapa y ultimar su puesta a punto para las Ardenas.

Sobresalen también nombres como Sastre, que como Menchov busca el Giro; Joaquim Rodríguez, que fue baja en la Volta pese a que la última etapa salió de su pueblo; o Freire, quien tratará de desquitarse de las dos etapas que le birló Valverde en 2010, aunque acabaran en su palmarés por la sanción al murciano.

El trazado, ya conocido, en poco se parecerá al de la reciente Volta, en la que una sola etapa, la que finalizó en Pal, decidió la general final. En el País Vasco, sobre el papel y fiel al estilo de los últimos años, no hay una jornada que pueda catapultar al vencedor de la prueba antes de la crono. Sin embargo, todas pueden descartar dorsales al menor descuido, salvo quizá la jornada de Murgia, dado que Altube no es una dificultad para abrir diferencias.

El resto de los días será una trampa diaria. El muro de La Antigua en Zumarraga, Azpiroz camino de Lekunberri -donde Menchov enfiló su triunfo en 2004-, la meta en Arrate y, en menor medida, el tortuoso viaje hasta las Encartaciones en Zalla, con Avellaneda y Beci al final, son lugares con entidad como para deparar un reguero de segundos.

Pero lo lógico es que la carrera se la juegue un puñado de ciclistas en la crono final de Zalla, en el territorio de Samuel, un asturiano que tiene su segunda casa en Güeñes. En esa misma crono perdió una Vuelta al País Vasco, en la que salió de líder pero ni siquiera se aupó al podio que lideró Gómez Marchante. Pero el ovetense no piensa en ello: "Allí también me metí en el podio final", en 2009, tras Contador y Colom.

Ayer mismo se confirmaron los siete hombres que arroparán al líder de Euskaltel-Euskadi: Iván Velasco, Egoi Martínez, Juanjo Oroz, Gorka Verdugo, Pablo Urtasun, Iñaki Isasi y Amets Txurruka. Para Samuel, "el objetivo es llegar a la última etapa con opciones. No le temo a la contrarreloj". Tampoco Martin, Klöden, Horner... o incluso Gesink. Parte de esa pléyade de estrellas que el lunes alumbrarán el cielo de Zumarraga.