Madrid. Después de dejarse querer por Ferrari desde hace meses de cara a próximas temporadas, Sebastian Vettel ha optado finalmente por prolongar su contrato con Red Bull hasta final de 2014. El piloto alemán, actual campeón del mundo, permanecerá al menos tres años más en una escudería con la que tenía contrato hasta 2012. Vettel, considerado por muchos como el heredero natural de su compatriota Michael Schumacher, ha estado vinculado a la escudería austriaca desde que entró en su equipo junior en 1998. Niño mimado de Chris Horner, el piloto de 23 años se hizo en 2009 con un volante oficial de Red Bull y acabó subcampeón del mundo por detrás del británico Jenson Button. La temporada pasada se llevó el título tras ganar la última carrera, en Abu Dhabi y aprovechar el fallo de Fernando Alonso, lo que supuso convertirse en el piloto más joven en reinar en el circo de la Fórmula 1.

De cara al cada vez más cercano pistoletazo de salida al nuevo campeonato, Vettel se muestra en la defensa de su título de campeón, aunque sabe que este año las referencias con el resto de rivales no son muy claras. "Lo bueno que podemos ser en comparación con los otros es ahora mismo una gran incógnita. Otros años tenías una idea previa, pero en éste es casi imposible. Hay opiniones de los considerados expertos, pero realmente no sé cual será el orden en Albert Park, un circuito que además siempre ha habido sorpresas en el pasado. Tenemos que esperar y ver qué pasa, pero tenemos confianza", señala Vettel en una entrevista concedida a un portal de Internet. Pese a todo, el germano asegura que viaja a Australia "con un buen presentimiento". "El invierno ha sido bastante satisfactorio y hemos hecho muchos kilómetros, no tantos como Ferrari, pero más que nunca", indica el vigente campeón mundial.