FUENLABRADA Colom (4), Kus (16), Rabaseda (1), Ayón (24), Guardia -cinco inicial-, Mainoldi (15), Laviña, Valters (5), Biyombo (2) y Cortaberría (2).
REGAL BARCELONA Rubio (6), Navarro (20), Grimau (4), Morris (9), Ndong (6) -cinco inicial-, Sada (2), Lakovic, Perovic (7), Vázquez (1), Ingles, Lorbek (2) y Anderson (9).
Parciales 25-18, 15-12, 20-21 y 9-15.
Árbitros Martín Bertrán, Bultó y Peruga. Excluyeron por cinco faltas personales a Víctor Sada (m. 39).
Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada ante 5.326 espectadores.
Fuenlabrada. El Fuenlabrada ganó ayer al Barcelona por segunda vez en su historia y, de paso, cortó la fantástica racha de 21 partidos seguidos ganados -12 en Liga ACB-, del actual campeón de la Euroliga, que aún no había sido derrotado en 2011.
Se trata además de la primera victoria del Fuenlabrada sobre el Barcelona con la presencia de Juan Carlos Navarro en el plantel azulgrana, ya que éste estaba jugando en la NBA aquel 24 de febrero de 2008, fecha del primer triunfo del equipo madrileño sobre el catalán.
Lo bordó el Fuenlabrada, imbuido por el espíritu de su pívot mexicano, Gustavo Ayón, un jugador que agiganta partido a partido su prestigio en la segunda mejor Liga del planeta. Ayón, que el año pasado jugaba en la LEB, la segunda competición española, acabó el choque con 24 puntos, 8 rebotes y 29 de valoración, pero sólo en el primer cuarto ya había anotado 14 puntos y completado otros 14 de valoración. Fue ahí, precisamente en el primer cuarto, cuando el equipo local empezó a creer en un triunfo que se antojaba casi inviable en la víspera.
Un 14 a 9 en el marcador en el cuarto minuto de partido y un 25 a 18 al final de los primeros 10 minutos dejaban abierta la puerta a la sorpresa; restaba un mundo, pero se palpaba que todos en el Fuenlabrada, incluido su público, empezaban a creer. La aportación del escolta croata, Davor Kus, con 16 puntos al final, fue determinante en ese periodo, alcanzando los anfitriones una máxima renta de 10 puntos materializada al descanso (40 a 30).
El tercer cuarto alumbró a un Barcelona más intenso en defensa, pero irregular en ataque. Los visitantes lograron situarse a sólo dos puntos a 3 minutos del final, pero el irreductible equipo fuenlabreño no cejó en su empeño y siguió empecinado en su sueño.
Con 60 a 51 se inició el último cuarto, el definitivo, el más difícil para los equipos pequeños ante los grandes cuando los primeros tienen opciones de ganar.
Apareció, como no, Navarro para, a base de triples, asustar al Fuenlabada. Asustarlo y mucho.Tanto, que tuvo la última posesión para empatar el partido a 68, pero cometió pasos su pívot senegalés Boniface Ndong a siete segundos del final, aunque ya había recibido un tapón soberbio del más que citado Gustavo Ayón para sentenciar el partido.