qUE el Caja Laboral era mejor equipo que el Lietuvos estaba claro. Tenía más fondo de armario y, además, jugadores con más talento. Y me mantengo en mi postura pese a la derrota de Vitoria. En Lituania, lo demostró durante muchos minutos, sobre todo el último cuarto cuando jugó como hacía tiempo no lo hacía. Que el seguidor baskonista desconocía cuál iba a ser el papel a interpretar por su equipo en tierras lituanas, el de cordero o el de lobo, era razonable visto lo visto hasta ahora. Que el Lietuvos había llegado más lejos de lo que ellos se imaginaban, también era una realidad. Después de empezar 1-6 en la primera fase, se clasificó en el último momento y a punto ha estado de pasar a cuartos. Que el Panathinaikos iba a ganar en Málaga no había ninguna duda, ya que los de Obradovic se crecen en ese tipo de duelos y juegan más que nunca como un equipo. Que, para lograr la victoria en Lituania, San Emeterio y Huertas tenían que estar a un gran nivel era imprescindible. La actuación de Fernando fue impresionante y ayudó a sus compañeros en todos los aspectos. En caso de derrota en Lituania, mi opinión sobre la capacidad de Dusko para gestionar equipos de baloncesto no hubiera cambiado un ápice. Es totalmente injusto que se dude del trabajo del montenegrino, una persona íntegra, con las ideas claras y con un currículum al alcance de pocos. En su misma tesitura se halla otro gran entrenador como Messina. Cuando las cosas no funcionan, no sólo es error del técnico. Seguro que hay otros muchos factores que influyen negativamente en la falta de resultados. De la misma manera, esos otros factores también son fundamentales para los triunfos. La falta de costumbre de ver a los vitorianos más cerca del octavo puesto que del segundo en la ACB no invita a ser optimista de cara a final de temporada. Clasificarse por séptimo año consecutivo para cuartos de la Euroliga es todo un éxito que pocos equipos pueden presumir en Europa. Haberse clasificado como primeros de grupo después de pasar todo lo que han pasado y tener el factor cancha a favor era algo inimaginable hace semanas. Que el Maccabi, a pesar de haberse clasificado en segunda posición tras el Barça, será un rival durísimo está en la mente de todos. Los Eliyahu y compañía estarán dispuestos a dar mucha guerra a los hombres de Dusko. Si los cuartos, en vez de ser al mejor de cinco partidos, fueran al mejor de tres, seguro que el Caja Laboral tendría más opciones de meterse de nuevo en una Final Four. Este billete puede marcar un punto de inflexión en la trayectoria del Baskonia con el fin de que empiece a crecer como equipo y de que crean más unos en los otros y por fin actúen como un auténtico grupo. En el supuesto de llegar a Barcelona, el Caja Laboral tendrá tantas opciones como cualquiera de jugar la final. Y eso sería la repanocha tras una trayectoria tan irregular. En definitiva, una nueva muesca en el currículum baskonista.