BLANCOS DE RUEDA Dumas (6), Van Lacke (6), Robinson (10), Báez (9), Barnes (8) -cinco inicial-, Martín (5), García (13), Stanic (2), Slaughter (12) e Isaac López (3).
REAL MADRID Prigioni (3), Llull (12), Suárez (8), Tomic (6), Fischer (4) -cinco inicial-, Rodríguez (13), Tucker (2), Mirotic (8), Velickovic (5), Begic (3) y Reyes (1).
Parciales 21-9, 13-18, 19-21, 21-17.
Árbitros Amorós, Perea y Cardús. No hubo eliminados.
Pabellón Polideportivo Pisuerga ante 6.020 espectadores.
Valladolid. El Blancos de Rueda dio una lección de pundonor y lucha a un Real Madrid (74-65) que estuvo bajo el dominio local durante prácticamente todo el partido y que no pudo superar la magnífica defensa mostrada por los locales y su forma de disfrutar del baloncesto. Aunque el cuadro madrileño comenzó dominando en el marcador, con un parcial de 2-9, aprovechando la falta de organización inicial de los vallisoletanos, estos no tardaron en asentarse en defensa y, merced a un juego ordenado en ataque, supieron reaccionar para endosar un 10-0 a un rival bloqueado.
Messina tuvo que solicitar un tiempo muerto para reorganizar a sus jugadores y hacer los primeros cambios, pero el conjunto local había puesto en funcionamiento su mejor versión y, a través de una magnífica defensa ahogó cualquier intento del Madrid por cambiar el ritmo y aumentó el parcial hasta el 21-9 con el que finalizó el primer cuarto.
Los vallisoletanos mantuvieron el control del juego, con un destacado e inspirado Diego García, y el marcador alcanzó los quince puntos (29-14), pero el equipo visitante aumentó la presión defensiva e hizo valer su capacidad reboteadora, lo que propició la precipitación en los lanzamientos locales.
La salida de la cancha de Diego García se hizo notar en el juego de los vallisoletanos, que pagaron la mejoría en la pintura del Real Madrid, con la que pudieron recortar diferencias para situarse a siete puntos antes del descanso (34-27).
Tras la reanudación, el Blancos de Rueda, lejos de reflejar un lógico cansancio tras estar al cien por cien en la primera mitad, mantuvo un alto ritmo defensivo y el mismo espíritu de lucha, lo que le permitió incrementar la renta hasta los trece tantos (42-29, m.24), que Messina intentó frenar con un tiempo muerto.
El equipo madrileño apretó en su zona y los vallisoletanos intentaron hacer valer su capacidad de sacrificio y entrega ante un rival con más recambios que no perdió la compostura y adquirió más seguridad gracias al acierto exterior y al cúmulo de personales que iban sumando los locales, que caldearon el ambiente, ya que eso permitió a los visitantes situarse a cinco puntos (53-48).
Los de Messina llegaron al último cuarto más frescos, pero no contaron con la entrega de un Blancos de Rueda que dio una auténtica lección de buen baloncesto, sobre todo en el plano defensivo, y que supo controlar la presión de los últimos instantes ya que, en el minuto 34, el resultado mostraba un inquietante (58-54). Un último arreón de los vallisoletanos terminó con las opciones del Real Madrid.