mUCHO se está hablando de que el Baskonia, con respecto a esos años que consiguió clasificarse consecutivamente para la Final Four, ha perdido peso específico a nivel deportivo en Europa. Es verdad que el nivel competitivo que está mostrando esta temporada no es el que en los últimos años estábamos habituados. Pero si hacemos un repaso a los equipos actuales que participan en la Euroliga, ellos también han bajado sus prestaciones. Si empezamos por el último rival baskonista, el Panathinaikos de Obradovic, vemos que es un equipo vulnerable que ha perdido jugadores talentosos, el OAKA carece de tanta influencia como antaño, que tiene un juego en tres cuartas partes de la cancha y que juega al tran-tran y con una defensa agresiva para tener posibilidades de ganar. Los veteranos Batiste o Fotsis siguen siendo su poder interior y Diamantidis su cerebro. Una plantilla muy lejos de aquellas que tuvieron y con la que dominaron Europa. El Olympiacos de Ivkovic está lleno de grandes jugadores, pero no juegan a nada. Ver al equipo griego es sinónimo de aburrimiento. Una genialidad de Teodosic o Spanoulis es lo único que te hace estar atento a la tele. El Barcelona ha sabido hacer frente a todas las lesiones y, aunque está echando en falta al verdadero Ricky y al lesionado Mickeal, es el único junto con el Maccabi que realmente da miedo en una eliminatoria, ya sea a cinco partidos o a partido único. El resto, los equipos italianos, turcos o lituanos, posee un nivel parecido. De todas formas, la llegada del Top 16 ha hecho que el nivel de competitividad haya subido y, por tanto, el nivel de juego sea mayor. Cada equipo utiliza sus armas para hacer doblar la rodilla al contrario. Las diferencias en el marcador no suelen ser muy altas, salvo en contadas ocasiones, y eso demuestra la corta distancia que hay entre unos y otros, entre ellos el Baskonia. El partido del jueves era ganable, incluso con el desequilibrio más que evidente entre el juego interior y exterior. Si contamos a Teletovic como alero cuando ataca, nos quedamos con unos paupérrimos nueve puntos interiores entre Batista, Barac y Sow frente a los sesenta y cinco desde el perímetro. Es verdad que a los verdes les faltaban Maric y Kaimakoglou y, por ello, Zeljko tuvo que tirar durante gran parte del partido de Batiste y Fotsis, que a la postre decisivos. Pequeños detalles que en un Top 16 son muy importantes. El porcentaje de tiro desde la línea de tiros libres, las pérdidas de balón no forzadas y la permisibilidad de algún rebote ofensivo en el tramo final de partido suelen decantar la balanza hacia un lado u otro. Ahora todas las opciones del Baskonia pasan por ganar en Lituania. Independientemente de lo que hagan tanto lituanos como vitorianos en la siguiente jornada, no queda otra que salir vivo de Vilnius para asegurarse una plaza para el Top 8. Lo que está claro es que el Baskonia, al salvar el average en Grecia, todavía conserva opciones de acabar primero de grupo. Para ello, tendrá que ganar sus dos partidos y esperar a que el Panathinaikos pierda uno, mejor el de Málaga. El Unicaja puede ser el juez que dictamine el orden final.