bilbao. El mercado de invierno no era terreno para el Athletic. Al menos así se deducía de los comentarios realizados tanto por el presidente, Fernando García Macua, como por el entrenador, Joaquín Caparrós, hasta la semana pasada. Sin embargo, en menos de 24 horas la situación cambió de manera radical. La salida de Ion Vélez al Numancia, donde el delantero de Tafalla jugará como cedido hasta el próximo 30 de junio, provocó que la directiva rojiblanca decidiera ejecutar la opción de recuperación que tenía sobre el donostiarra Iñigo Díaz de Cerio, que se encontraba cedido en las filas del Córdoba de Segunda A.
"No soy yo el que he pedido irme, ni el Córdoba me ha dicho que me marche. Es el Athletic el que me reclama ejerciendo la opción que tenía", aseguró el delantero guipuzcoano en su despedida como jugador del equipo andaluz, en el que ha permanecido desde que fuera cedido el pasado 13 de agosto. Club y jugador convinieron entonces que la entidad de El Arcángel podría ser un buen lugar donde el punta donostiarra recuperara su perdido olfato goleador, tras la grave lesión que sufrió frente al Eibar, cuando aún era jugador de la Real Sociedad, en noviembre de 2008. Iñigol contaba además con el respaldo del director técnico del conjunto cordobesista, Javier Zubillaga, que recomendó su contratación. Sin embargo, Díaz de Cerio no gozó de las oportunidades que esperaba a la sombra de la Mezquita. Lucas Alcaraz, el entrenador de la primera plantilla del Córdoba, apenas ha contado con él. Y es que Díaz de Cerio solo ha jugado 13 partidos, 8 de Liga y 5 de Copa, en los que ha marcado 2 goles, 1 en cada competición, después de que la pasada campaña no consiguiera estrenarse como goleador en las filas del Athletic.
Esa anómala situación de Iñigo Díaz de Cerio fue la que provocó que la Junta Directiva que preside García Macua, con el visto bueno del equipo técnico, decidiera recuperar al delantero, a pesar de que el Córdoba se veía penalizado económicamente cada vez que el delantero guipuzcoano no era utilizado por Alcaraz. El propio Iñigo reconoció en su despedida que "no he podido demostrar ni responder a la apuesta que el Córdoba realizó por mi. Además, he tenido que aguantar algunas cosas, como que se cuestionara mi estado físico, que me han hecho daño".
hacerse un hueco Díaz de Cerio se incorporará mañana al grupo de trabajo que encabeza Joaquín Caparrós y lo hará con la esperanza de hacerse un hueco que le permita quedarse, al menos hasta final de temporada. Sin embargo, fuentes del club no descartaban ayer la posibilidad de que el donostiarra sea cedido de nuevo a otro club en el que gozara de más oportunidades que las que ha tenido en Córdoba. Lo que parece totalmente descartado es que De Cerio sirva de moneda de cambio para que el Lemona consienta el fichaje de Urko Vera. "Por respeto, no podemos hacerle eso a Iñigo". De la misma opinión era Vicente Biurrun, representante del delantero guipuzcoano, que declaró de manera tajante que "el regreso es lo que es. Iñigo vuelve al Athletic para quedarse y jugar".
Y con respecto a la posible incorporación de Urko Vera, autor de once goles con los hombres de Aitor Larrazabal, las mismas fuentes aseguraron que "lo que no queremos en el Athletic es que el Lemona se sienta perjudicado porque le quitamos un jugador". Y es que el equipo de Arlonagusia se encuentra situado en puestos de play-off de ascenso a Segunda A y prescindir de su hombre gol sería perder muchas posibilidades de éxito.